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Desplome de los precios

La crisis citrícola cierra comercializadoras y amenaza la liquidación de cooperativas

Los primeros pagos de las empresas confirman la dramática situación del sector provincial al abonarse solo entre siete y nueve céntimos el kilo

Manifestación en Nules celebrada el pasado mes de febrero. carme ripollés

Las primeras liquidaciones de la campaña citrícola de Castelló confirman el desplome de los precios y las ventas del sector. Esta situación de ruina ha causado el cierre de dos comercializadoras y amenaza con dejar sin liquidaciones a varias cooperativas de la provincia, según afirman diversas organizaciones agrarias.

A falta de unas semanas para que cierre definitivamente la temporada, el secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Carles Peris, explica que ya se han producido liquidaciones en SAT (sociedades agrarias de transformación que agrupan a varios productores) con variedades de clemenules y navelinas y se han pagado anticipos en cooperativas.

En el primer caso, el responsable de la Unió subraya que se han abonado a los productores una media de entre 7 y 9 céntimos,, mientras en el segundo los precios se sitúan entre los 7 los 8 céntimos. Se tratan de cantidades ínfimas que no dan ni para pagar costes de producción. Como muestra de la caída de precios cabe tener en cuenta que el año pasado las liquidaciones de las SAT ascendieron hasta los 21 céntimos el kilo.

El dirigente de la Unió alerta que hay cooperativas «no han hecho anticipos» y que temen que en próximas semanas se confirme la paralización de liquidaciones de varias de estas empresas comercializadoras ante el descenso de las ventas.

Asimismo, resalta que las variedad tardías de estos momentos también salen al mercado con precios más bajos. Indica que las naranjas se traspasan a un coste de 10 céntimos inferior al ejercicio 2017/2018 y que las «últimas mandarinas no han tenido salida». Añade que hay una variedad importante de mandarina como la «ortanique» que tampoco encuentra comprador y que los comerciantes de la misma se plantean transformarla en zumo.

La Unió tiene constancia del inminente cierre de dos comercios y alerta que otras cooperativas tendrán dificultades ante la falta de ingresos. Remarca, además, que en los últimos diez años han clausurado al menos seis cooperativas en Castelló.

«La situación puede ser dramática», reitera Peris, que recuerda que el balance realizado a primeros de año cuantificaba en 250 millones las pérdidas en la Comunitat Valenciana, de los que 67 correspondían a Castelló. Este informe incluye la clemenules, que representa el 70 % de la producción de la provincia.

El presidente de Fepac-Saja, José Vicente Guinot, lamenta que el 35% de la clemenules se ha quedado en el árbol y que actualmente los precios han bajado un 30 % respecto al año anterior. «Ahora nos preocupa cómo empezaremos la próxima campaña», reitera.

Presión exterior

El estudio que realizó en enero la Conselleria de Agricultura reveló que se han quedado sin recoger 189.080 t0neladas de clemenules, variedad que acaparó buena parte del total de cítricos afectados de las comarcas valencianas (208.724 toneladas). El análisis admite que la mitad de los cítricos sin vender se debió a cuestiones «de mercado», una circunstancia que las asociaciones agrarias imputan a la «competencia desleal» de las importaciones de Sudáfrica y de Egipto. Los envíos de estos dos países más Turquía, según los datos oficiales, han crecido en 190.000 toneladas en el último año, una cantidad que coincide con las clemenules que no se han vendido. El Gobierno admite el impacto de las naranjas de Sudáfrica y ha reclamado a la UE que garantice la «reciprocidad» y extreme los controles fitosanitarios.

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