Benassal acogerá la exposición itinerante del museo de la Paz de Gernika «El bombardeo de Gernika» en el Forn de Dalt desde el 15 de abril hasta el 28 de mayo. El jueves 18 de abril a las 16 horas esta programada una visita comentada a la exposición. La actividad ha sido organizada por el ayuntamiento de Benassal y el Grupo de Recuperación de la memoria historica de la localidad.

La muestra empieza con un recorrido por la España prebélica y el comienzo de la Guerra Civil, después se centra en el bombardeo de Gernika (ataque aéreo, la destrucción de la ciudad, la vivencia del bombardeo, la difusión de este y el después) y continúa con la reconciliación. Dedica también un espacio en el Gernika de Picasso.

Además, en la exposición se muestran videos con los testigos del bombardeo y un resumen de la conferencia que Xabier Irujo impartió en Benassal el año pasado con motivo de la jornada «¿La guerra civil, un campo de pruebas?» dentro de los actos del ochenta aniversario de los experimentos Stuka en el Alt Maestrat.

Los paneles reproducen la exposición permanente del Museo de la Paz de Gernika. Desde el año 2007 ha estado a numerosos lugares por toda la geografia: Lieja, Bruselas, Buenos Aires, Nueva York, Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, México, Francia, Alemania, Italia, etc,. El recorrido por España, exceptuando algunas localidades vascas lo inaugura Benassal.

El viernes 26 de abril se cumplirán 82 años del terrible bombardeo que sufrió Gernika. El lunes 26 de abril de 1937 era día de mercado y se hallaban más de 10.000 personas al pueblo. A las 16.30 comenzó el bombardeo y los 17 refugios de la localidad se llenaron inmediatamente.

Después de tres horas de bombardeos por unos 30 aviones, que lanzaron unas 40 toneladas de bombas, y ametrallamientos en los alrededores de la población por otros 30 aviones de caza, la villa quedó destruida. Acabó con más del 85 % de edificios, dejando intactos, curiosamente, la fábrica de armamento y el puente de Errenteria. Causó al menos unas 1.600 víctimas y, según cálculos bastante rigurosos, más de 2.000.

A pesar de los intentos del régimen franquista de negar el bombardeo, la proximidad a Bilbao hizo que cinco corresponsales extranjeros llegaron a las pocas horas y la destrucción de Gernika fue primera llanura de «The Times», «The New York Times» y otros muchos diarios. Esta difusión internacional convirtió el bombardeo de Gernika en un símbolo de la barbarie humana.