Nelea S. desapareció en Vinaròs el pasado 17 de febrero después de una fuerte discusión con su pareja, el joven Adrián que se encuentra en prisión preventiva desde el pasado lunes por la muerte de su compañera sentimental, cuyo cadáver fue localizado en Ulldecona (Tarragona). La discusión de aquel día fue, «una más» para los vecinos de la casa que ambos compartían en el municipio del Baix Maestrat.

Como comentaron a Levante de Castelló, la pareja llevaba apenas cuatro meses viviendo en la finca y según los vecinos consultados «se peleaban mucho y nosotros los escuchábamos absolutamente todos los días».

Un vecino explica que él y su mujer no podían dormir muchas noches a causa del elevado volumen de las peleas hasta que, cansados de no poder conciliar el sueño, les gritaban que se callasen de una vez. Sin embargo, nunca llamaron a los servicios de emergencia.

Los residentes en su mismo edificio explican que la noche del sábado 16 de febrero, Adrián, de 22 años y nacionalidad rumana, y Nelea, de 26 y nacionalidad moldava, cenaron en su casa acompañados de otra pareja. Tras la cena acudieron a una discoteca de Vinaròs juntos.

Según testigos presenciales, fue allí donde comenzó todo, pues, al parecer, la pareja mantuvo una fuerte discusión en la que Adrián se atrevió a poner en cuestión la forma de vestir de Nelea. Los vecinos que la vieron esa noche afirman que la joven regresó a casa a cambiarse, se quitó el vestido que llevaba, se puso un chándal y volvió a la discoteca de nuevo.

El siguiente movimiento detectado esa noche fue que el presunto asesino volvió a casa solo y al cabo de unos minutos llegó su novia.

«Al entrar ella en casa, alrededor de las 04.20 horas de la madrugada, comenzaron los gritos y, como de costumbre, nosotros no podíamos dormir». La pareja les pidió que callasen y después de un tiempo ya no escucharon nada.

La vecina declara que «el dolor y la rabia que siento en el corazón por esa chica es indescriptible», pues explica que «la noche del fatal desenlace no llamamos a la Guardia Civil porque pensamos que se trataba de una pelea más».

Según el testimonio de los vecinos, «tras las discusiones, que no eran pocas, el asesino de Nelea aparecía en casa con regalos para ella». Según fuentes cercanas a la pareja «él trabajaba de noche, ella no trabajaba y siempre estaba encerrada en casa».

El vecino consultado detalla que «se peleaban a mediodía, por la tarde, por la noche, de madrugada; incluso, en una ocasión, Adrián encerró a la víctima en casa durante tres días».

Tras la madrugada del 17 de febrero, los vecinos de la pareja estaban extrañados por no escuchar a ninguno de los dos. A los pocos días de la noche del asesinato, los vecinos empezaron a percibir un fuerte olor procedente del interior de la vivienda a través de una pequeña ventana. Además, vieron a Adrián salir de la vivienda, apresurado y cargado con tres bolsas grandes. Luego, escucharon cómo pasaba el aspirador y limpiaba toda la casa, aunque no llamaron a la Policía ni a la Guardia Civil.

«Cada vez que me encontraba con Adrián le preguntaba cómo estaba su novia o si sabía algo de ella, a lo que él me contestaba que no sabía nada y que no le respondía al teléfono», añadió el vecino.

El 7 de marzo, el asesino confeso acudió a comunicar la desaparición de Nelea. Los datos que aportó y las contradicciones pusieron en alerta a la Guardia Civil, que puso en marcha la investigación que ha permitido su detención y el hallazgo del cuerpo de la víctima apenas un mes más tarde, tras la confesión del supuesto asesino machista.