El titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, participó ayer en Luxemburgo en el consejo de ministros de la Unión Europea en el que se abordó especialmente la nueva PAC pero también la crisis de los cítricos valencianos. Al respecto, reiteró la necesidad de más controles en las importaciones de naranjas a la UE de terceros países, como Sudáfrica o Egipto, para garantizar una competencia en igualdad de condiciones.

«Arquitectura verde»

Por otra parte, Planas manifestó su apoyo a la nueva «arquitectura verde» de la PAC, ya que se trata de «una de las señales políticas más claras que esta reforma puede lanzar». Para el ministro, el cambio climático es uno de los problemas más importantes con los que se enfrenta la sociedad y un desafío que debe afrontarse con todas las herramientas al alcance.

Planas insistió en que la agricultura puede participar activamente en el objetivo de neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, añadió, la PAC debe ser una de las principales palancas, no solo a través de los requisitos, sino también por los nuevos incentivos como los eco-esquemas, los compromisos medioambientales y también la innovación, la formación, la puesta en práctica de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y la bio-economía.

El ministro recalcó que, «a una mayor ambición medioambiental, tiene que corresponder un presupuesto suficiente y las medidas de acompañamiento correspondientes».

Asimismo, Planas indicó que la nueva «condicionalidad reforzada» debe ser uno de los elementos comunes de la PAC post 2020. España apoya también el fomento de la fertilización sostenible, siempre que vaya precedida de la necesaria formación a los agricultores, antes de hacer obligatoria la nueva herramienta de gestión de nutrientes. En relación con los pequeños agricultores, el ministro considera que es necesario graduar la intensidad de los controles en función del riesgo.