Arrojar residuos como toallitas húmedas, productos de higiene personal, aceites alimentarios o medicamentos por el inodoro o el fregadero es un gesto cada vez más frecuente en los hogares españoles, que tiene graves consecuencias económicas y medioambientales, ya que produce enormes atascos y averías y contamina el entorno.

Con el objetivo de atajar esta problemática, el Ayuntamiento de Vila-real ha puesto en marcha junto a FACSA -compañía de Grupo Gimeno responsable del Servicio de Control e Inspección de Vertidos de las localidades- la campaña de concienciación ciudadana 'El wc no es un basurero', que busca modificar el hábito de tirar residuos al inodoro y concienciar sobre las consecuencias de esta práctica.

En este sentido, Francisco Valverde, concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Vila-real, explica que «la acumulación de toallitas higiénicas puede provocar atascos en la red, como de hecho sucedió hace aproximadamente un año, cuando el atasco provocado por el aceite usado y las toallitas tiradas a la red y un episodio de lluvias fuertes, originó el desbordamiento del alcantarillado en una zona de la ciudad, con las evidentes molestias que esta circunstancia causó entre los vecinos y el coste de la limpieza que realizamos de urgencia. Si todos nos concienciamos, podremos mejorar el funcionamiento de la red».