La empresa castellonense BluePlasma Power (BPP) ha acabado la construcción, instalación y puesta en marcha de la planta piloto construida, dentro del marco del proyecto Europeo Urbanrec, para dar valor a los residuos no reciclables, convirtiéndolos en aditivos líquidos para gasolina o diésel conocidos comercialmente como Metilal, que permiten alcanzar mayor eficiencia en la combustión y suprimir emisiones tóxicas de CO2.
Actualmente, la planta industrial piloto está realizando pruebas para la producción de Poli-metilal a partir de una mezcla de diferentes productos textiles, plásticos, maderas, alfombras, látex y goma de neumáticos, convirtiéndolo en productos con un alto valor añadido y en línea con el compromiso de la CE con el medio ambiente.
El responsable del proyecto en BluePlasma Power, el ingeniero Mario Araya, explica que «la tecnología desarrollada en Castelló y con su aplicación en la nueva planta, nos permite dar una segunda vida a los residuos voluminosos y producir un aditivo de bajo costo para los combustibles tradicionales, que aumenta su eficiencia, reduce la emisión de CO2, favorece un importante ahorro energético y respeta el compromiso social con el medioambiente».
«Entendemos que nuestra planta logra una doble ventaja. La primera, eliminar hasta en un 95% de estos residuos voluminosos en el proceso de recuperación; además, genera Metilal, que permite alcanzar mayor eficiencia en la combustión y suprimir emisiones tóxicas de CO2», añadió. BluePlasma Power (BPP) se creó en 2010 para brindar soluciones eficientes al problema global de los residuos.
