imagino que a la mayoría de ustedes cuando oyen hablar de sobres y del PP, automáticamente se les representa el Sr. Bárcenas repartiendo sobres llenos de dinero a diestro y siniestro para completar en B los salarios de muchos de los dirigentes del PP.

De ahí que les haya causado una cierta extrañeza que me haya referido a «los otros sobres del PP». Estos otros sobres, no vienen rellenos de billetes de banco sino de papeletas del PP al congreso de los diputados de 2016. Estos sobres, a diferencia de los de Bárcenas, no se han entregado en mano, sino que ha llegado por correo a bastantes de las personas que han solicitado el voto por Correo en estas elecciones generales. La triple pregunta del millón es : ¿de dónde salen esos votos? ¿a quién beneficia? ¿se trata de un fraude electoral? En mi opinión, no se trata de un supuesto de fraude electoral, puesto que a ningún partido le beneficia que dentro del sobre -en teoría vacío- para el Congreso le aparezca una papeleta del PP de 2016, puesto que lo único que puede provocar es que se anule el voto de aquella persona que introduzca otra papeleta en ese mismo sobre sin percatarse de la existencia de la otra. Creo que se trata más bien de un caso al que los valencianos denominamos «Catarroja descoberta» o que a alguien (en este caso el PP) «le han pillado con el carrito de los helados». No hace falta ser un Sherlok Holmes ni una Agatha Christie para encontrar la solución al misterio de los votos ensobrados del PP. Tras haberse manifestado todos los implicados en el envío de votos por correo, como son la Subdelegación del Gobierno, Correos y el Instituto Nacional de Estadística es un hecho cierto -como decimos los juristas- que en la Subdelegación se almacenan cajas de sobres sobrantes (perdonen a reiteración) de otros comicios. Estos sobres no varían de unas elecciones a otras y son perfectamente reutilizables. Cuando se han enviado estos sobres por correo ha sido cuando han saltado las alarmas al comprobarse que los sobres de algunas cajas ya habían sido rellenados. A partir de aquí, me lanzo al terreno de la hipótesis ¿Cómo es posible que en la Subdelegación existieran cajas de sobres rellenados junto con los vacíos? ¿Cuándo y quien ha ensobrado los votos? Si retrocedemos en el tiempo en el año 2016 la Subdelegación del Gobierno estaba en manos del PP, estando -el ahora investigado- David Barelles al frente de la misma desde 2012 a 2018. De manera que el Partido Popular, que ahora se ha hecho el ofendido y que se ha apresurado a denunciar estos hechos ante la Policía Nacional es quien tiene la respuesta. Estas maniobras de distracción ya fueron utilizadas por PP cuando se presentó como acusación particular en el caso Gürtel. Aunque, el caso esté subiudice, yo me atrevería a formular la siguiente hipótesis, lo que presuntamente pasó en el 2016 , es que en la Sudelegación hubiera un grupo de ensobradores trabajando para el PP (no tengo datos, para decir si eran voluntarios de la calle o si se trataba de funcionarios o asesores de la propia Subdelegación los que ensobraban, esa función en todo caso le correspondería a la policía). En todas las campañas electorales los partidos necesitan de gran mano de obra para introducir sus votos dentro de sobres, se trata de los sobres que luego se reparten mediante el sistema del buzoneo o simplemente se entregan en mano a aquellas personas -como los mayores- a los que les gusta ir de casa con el sobre preparado. Así pues, supongo que la denuncia/cortina de humo del PP quedará en agua de borrajas, porque no hay indicio alguno de fraude electoral, puesto que a ningún partido le beneficia que sus simpatizantes reciban sobres rellenos, sino todo lo contrario, a todos perjudica. De ahí que la solución más sensata para todo este galimatías es la que ha propuesto el PSOE a la Junta Electoral: si en el momento del recuento de votos, se comprueba que dentro de un mismo sobre junto a una papeleta del PP de 2016 aparece otra papeleta del congreso para estas elecciones, no importa de que partido, se tendría que dar por válida esta última. De no tomarse esa decisión la ley electoral dice que cuando en un sobre electoral aparecen votos de dos formaciones políticas distintas el voto es nulo. Así pues, señores del PP déjense de monsergas y no se hagan las víctimas, que si esos votos estaban olvidados en la Subdelegación en todo caso la responsabilidad sería suya.

Este sábado ya estamos en el ecuador de una campaña electoral de las más crispadas que he conocido, parecida a la de Aznar del 96. Ahora se trata de optar entre si queremos volver hacia el pasado, a la España en blanco y negro del NO-DO en la que sin duda alguna se nos recortarán muchos de nuestros derechos sociales y se favorecerá a los poderosos, como las grandes corporaciones y a las grandes fortunas. O sí, por el contrario, queremos una España en color, la que mira al futuro, en la que se fortalezcan nuestros derechos sociales que tan afectados se han visto por la crisis. A ustedes ciudadanos, les corresponde decidir cuál de las dos Españas quieren, pero a los de las España en color les digo que no se olviden de ir a votar el próximo 28 de abril que a los del NO-DO no se les olvida nunca.