Las procesiones del Encuentro celebradas este domingo por la mañana pusieron el punto final a una Semana Santa condicionada por completo por el temporal de viento, lluvia y también marítimo que ha azotado a la Comunitat desde el jueves pasado.

Con los últimos coletazos del temporal de mar todavía presentes, la feligresía de toda la provincia cumplió con la tradición religiosa y celebró ayer la Resurrección de Cristo y el encuentro con la Virgen María. La leve mejoría del tiempo meteorológico permitió la celebración de gran parte de estas procesiones de la mañana de domingo, aunque con el cielo encapotado.

El norte de la provincia ha sido la zona en la que se han podido llevar a cabo más actos religiosos en estos días, aunque se han tenido que suspender algunas, como las procesiones del Jueves Santo en Benicarló, que ha celebrado, sin embargo tanto la rompida de la hora, com la procesión del Encuentro.

En el caso de Vinaròs y Peñíscola, las procesiones estuvieron condicionadas por el viento, pero se pudieron desarrollar con relativa normalidad, como el caso de la procesión del Jueves Santo en Vinaròs en la que la lluvia hizo su aparición casi al final de la misma.

No tuvieron la misma suerte las diferentes pasiones que se celebran en la provincia. Alcalà de Xivert suspendió la Passió per la Trencà y otro tanto hicieron Torreblanca, cuya representación cumplía en esta ocasión 40 años, y Borriol, la más veterana de la provincia y que se celebra desde 1975.

También quedo suspendida por el temporal la pasión musical Laqvima Vere, que iba a representarse en Vila-real el pasado Jueves Santo. La Junta Central de la Setmana Santa de Vila-real ha suspendido también a lo largo de estos días la procesión del Silenci, que debía celebrarse en la madrugada del Viernes Santo, así como el Sant Soterrament. Ambos actos se llevaron a cabo en el interior de los templos religiosos. En este caso, los feligreses de Vila-real se reunieron en la Iglesia Arciprestal junto al Santo Sepulcro para llevar a cabo un acto claustral.

En el caso de las rompidas de la hora de l'Alcora y Almassora, también se vieron condicionadas. En Almassora se llevó a cabo una rompida simbólica el Viernes Santo a las 00.00 horas bajo los porches de la Plaça Major; un acto en el que estuvo presente el invitado de honor de este año de Tambors de Passió, el medallista olímpico Saúl Craviotto.

Por su parte, en l'Alcora, donde acudieron numerosas personalidades al tratarse de la primera edición tras la declaración de las rompidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco (y también por la campaña electoral). En esta ocasión, el invitado de honor y rompedor de la hora fue José Luis Esteban, fundador de la Rompida de la Hora en l'Alcora, quien debería haber dado los primeros toques en el bombo gigante (de 2,22 m de diámetro) que se inauguró este año, regalo de Tambores Navarro (Hellín) a l'Alcora, pero que finalmente lo hizo con un bombo cubierto de plástico para preservarlo de la lluvia.