Ustedes reivindican ante la sociedad y la administración pública que se reconozca a la caza como un «gestor medioambiental». ¿Qué papel juegan los cazadores en el cuidado medioambiental?
El cazador está trabajando, durante todo el año, en el monte para que la fauna, sea cinegética o no, sobreviva. No se trata de ir un día a cazar y punto. Y para garantizar el bienestar de la fauna nosotros, los cazadores, nos encargamos de adecuar puntos de agua, siembras de las cuales no se recoge la cosecha, desbroces y arreglos de caminos, comederos artificiales, arreglo de fuentes e infraestructura? Y lo realizamos sin casi ayudas.
Reivindican la caza como un generador de empleo
La Administración sabe que debe invertir en el interior de la provincia para que no desaparezcan muchos pueblos en los que, cada vez, hay menos personas empadronadas. En este sentido, quiero resaltar que la diputación hasta la fecha ha realizado un trabajo importante? Pero no todo puede hacerlo la Administración a golpe de subvención, y la caza puede ser un revulsivo para la economía de muchos municipios. La práctica de la caza conlleva muchos gastos y en muy distintos sectores: hospedaje, manutención, combustible, armerías y un largo etcétera.... Y, además, es un deporte que, bien gestionado, puede atraer a muchos turistas de otras partes del país. Por eso, necesitamos una ley que nos proteja y reconozca nuestra verdadera aportación tanto a la economía como al medio ambiente.
¿Considera que existe una campaña política en contra de la actividad de la caza?
Por parte de las asociaciones animalistas, sí. Y también por algunos colectivos que se hacen llamar ecologistas pero que, en la mayoría de los casos, son grupos que están respaldados por algún partido político. Con una verdadera asociación ecologista, los cazadores podemos sentarnos,intercambiar impresiones e incluso llegar a un entendimiento. Sin embargo, cuando hablamos con los animalistas, se acaba el tema de la naturaleza y comienza la sinrazón, y esto lo vemos reflejado en las redes sociales, donde se produce una espiral de insultos, criminalización y mentiras.
¿Qué tipo de mentiras?
Una de las mentiras del colectivo animalista es que la mayoría de los abandonos de perros en España se produce justo después de terminar la temporada de caza. De la misma forma, con el partido Pacma a la cabeza, los animalistas denuncian sin rubor que el abandono de galgos es de 50.000 ejemplares al año en nuestro país. El Seprona reconoce públicamente que el abandono y muerte de galgos es una 'leyenda negra' y que no son cierto los datos que manejan los animalistas: en el año 2017 fueron 61 los galgos abandonados en España. Y la fundación Affinity, por su parte, emitió un informe referente al año 2017, último ejercicio del que se tienen datos oficiales, en el que se dejó constancia que lejos de aumentar el número de abandonos de perros de caza iba en descenso, y que de todos los perros abandonados solo el 10 % son razas de caza. Y, además, es imposible que se abandonen 50.000 galgos, cuando la Federación Española de Galgos asegura que en el país solo hay 27.000 ejemplares de galgo registrados con garantías genéticas. Y el mayor volumen de abandono de perros no se produce al termino de la temporada de caza como afirman los animalistas, si no en los meses de junio, julio y agosto, justo cuando la mayoría de los ciudadanos disfrutan de las vacaciones. Desde la Federación de Caza estamos por el abandono cero.
¿Qué quieren conseguir con la presentación de mociones en los municipios de la provincia?
Hemos decidido presentar mociones en los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana y hemos iniciado reuniones con todos los partidos políticos provinciales para que se posicionen al respecto, no se pongan de perfil y no caigan en la ambigüedad del sí pero no.
¿Significa que los cazadores han entrado en la campaña electoral y que van a pedir el voto para quien apoye la caza?
Nosotros no vamos a pedir el voto para ningún partido político, no queremos politizar la caza. Lo que sí queremos es dar a conocer a todos nuestros federados es la posición de cada partido con respecto a la caza y después que cada uno decida a quién votar. Dentro del colectivo de los cazadores tenemos ideas políticas muy distintas. De momento nos han concedido dicha reunión tres partidos políticos que han sido el PP, VOX y Podemos. Con los dos primeros han sido reuniones bastante satisfactorias, pero con Podemos hemos notado una actitud ambigua ante la caza? Es un sí pero no.
Ustedes se han calificado como «los primeros ecologistas» y como «un elemento imprescindible en la regulación medioambiental».
Nosotros pensamos que somos ecologistas y necesarios, puesto que, como he dicho, intervenimos de manera directa, y mediante nuestro trabajo, en el medio rural, mediante el mantenimiento de la fauna. En este sentido, quiero resaltar que un solo coto ha llegado a aportar medio millón de litros de agua repartido en todo su término, y en la provincia contamos con 178 cotos de caza? Además como mencionaba antes, nos encargamos de los desbroces y el arreglo de caminos y sendas. Podríamos hacer mucho más si la Administración nos dejara.
¿Qué aspectos negativos conlleva el exceso de población de algunas especies?
En estos momentos y en la provincia nos afecta la excesiva población del jabalí, la cabra montés y el conejo. Ni el jabalí ni la cabra tienen depredador natural, por lo cual ambos campan a sus anchas y esto, unido a la despoblación del mundo rural y al avance del monte en la naturaleza, donde tienen más refugio; hace que se sientan más seguros y sean más reproductores. La sobrepoblación de estas especies se traduce en daños importantes en la agricultura, en accidentes de tráfico y en el desarrollo de enfermedades que algunas de ellas pueden ser transmitidas a otras especie, como puede ser la sarna en la cabra y en el conejo, o la peste porcina en el jabalí.
¿Y qué medidas proponen los cazadores para controlar el exceso de población de los animales?
Nuestras propuestas ya las conocen la Administración. Pedimos, por ejemplo, prorrogar un mes más la caza del jabalí, aunque estando amenazados por la peste porcina se podría ampliar todavía más la temporada de caza. Los cazadores hemos estado colaborado con la Administración siempre que lo han pedido: hemos repartido pienso medicado para la cabra montés para que no avance la sarna, hemos facilitado a la conselleria muestras de jabalí para el control de posibles enfermedades, hemos colaborado en el control del conejo y el jabalí en zonas de plaga donde los agricultores han tenido problemas en sus cosechas? Y todo a coste cero.
¿Y qué piden los cazadores?
Lo único que pedimos les respecto hacia nuestro modo de vida, que también ha sido el de nuestros antepasados. Nuestra actividad está totalmente regulada por la Administración en todos los aspectos: los días que se puede cazar, las especies que se pueden abatir? Y el que incumple alguna de las normas establecidas es sancionado, como lo puede ser cualquier conductor que incumpla la ley vial. El problema es que tenemos una sociedad cada vez más urbanita y desconocedora del medio. El animalismo está de moda como antes han estado otras formas de vida.
¿Qué pasará con el 'parany'?
La Conselleria de Medio Ambiente debe autorizar las pruebas de campo de caza del cesto malla para el 'parany'. Pedimos poder comprobar in situ los resultados de este método y así acreditar, desde el punto legal y científico, que esta técnica de caza si se puede utilizar. El cesto malla debe permitirnos recuperar una práctica de caza tan arraigada en la provincia de Castellón porque es un sistema selectivo y, además, es inocuo para las aves.
