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Una vuelta y todo sigue igual

Óscar Cano se estrenó en el CD Castellón contra el Peralada-Girona B encajando una derrota (2-1)

Cano, en su primer entrenamiento al frente del Castellón el pasado diciembre. juan f. roca

La derrota contra el Sabadell en Castalia en la primera vuelta acabó con el breve ciclo de David Gutiérrez al frente del CD Castellón. Apenas doce partidos de Liga permaneció el valenciano en el banquillo y luego tomó las riendas el granadino Óscar Cano, quien cumple toda una vuelta al frente del banquillo castellonense. Cogió al equipo de la capital de la Plana en puestos de descenso y una vuelta después sigue igual. Es cierto que cuando llegó lo pilló penúltimo en la tabla y a cuatro puntos de la salvación, y ahora lo tiene en el puesto decimoséptimo a dos puntos de la permanencia. El problema es que solo quedan tres jornadas por disputar y el tiempo juega en contra.

Los diecinueve partidos de Óscar Cano al frente del Castellón se han resuelto con pobres números: cinco triunfos, nueve empates y cinco derrotas. Solo ha sido capaz de ganar al Conquense, Ontinyent, Badalona, Lleida Esportiu y Ejea, mientras que cayó derrotado en los enfrentamientos contra el Peralada-Girona B, Espanyol B, València Mestalla, Hércules y Sabadell. Cierto es que esos diecinueve empates que acumula la escuadra castellonense es un lastre que pesa mucho y, de ellos, nueve llegaron bajo las riendas del preparador granadino.

El panorama es más que preocupante, pero la ventaja que tiene el Castellón es que de los tres partidos que le restan por disputar dos serán en el estadio Castalia y dos de esos tres encuentros serán contra rivales directos en la pelea por la permanencia. El Peralada-Girona B está inmerso en los puestos de abajo, lo mismo que sucederá dentro de doce días cuando se tenga que visitar al Conquense en La Fuensanta. El único que no se jugará nada es el Barcelona B, un rival complicado, joven y talentoso que entre ceja y ceja tiene salir a ganar, se juegue mucho o no se juegue nada.

Así, el domingo a las 18.30 horas toca ganar sí o sí al filial del Girona en Castalia. Una derrota podría significar el paso definitivo hacia el descenso. Sumar los tres puntos tener prácticamente asegurado el billete para la permanencia. De los nueve puntos que restan por disputarse harán falta de entre cuatro a seis. Por eso este fin de semana la victoria es más que obligada.

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