El Ayuntamiento de Castelló llevaba ayer a pleno uno de los puntos más importantes del mandato que expira, la aprobación de Plan General Estructural una vez resueltas las alegaciones para su remisión a la Conselleria de Medio Ambiente para su posterior informe. Pero la noticia la acapararon el Partido Popular y Ciudadanos, que optaron por, cartel en manos, levantarse y abandonar el salón bajo la cara de sorpresa de PSPV, de Compromís, de Castelló en Moviment y de todos los presentes. No hubo debate. Tras consultar con la secretaria, los 15 concejales que quedaban, los siete del PSPV, los cuatro de Compromís y los cuatro de Castelló en Moviment, votaron y aprobaron esta importante fase del Plan General, un acuerdo, no por mayoría, sino por unanimidad ante la ausencia de las dos formaciones de la derecha.

Los vecinos presentes en el pleno, de la Marjaleria y de un sector de Crèmor, habían acudido para mostrar su rechazo por el plan que ha diseñado el equipo de gobierno, al considerar que no cumple sus expectativas, pero se quedaron sin escuchar a unos y a otros.

De la sorpresa a la indignación se paso en cuestión de segundos. tras concluir el, quizás, pleno más breve de los últimos años en la capital de la Plana. La alcaldesa de Castelló, la socialista Amparo Marco, aseguró que la postura del PP y Ciudadanos «ha sido un nulo respeto a los castellonenses y una falta de entendimiento de lo que es la democracia». A su juicio, «uno lo que tiene que hacer es quedarse, debatir y asumir los votos del pleno», añadiendo que «a todos nos hubiese gustado conocer más el modelo de ciudad que plantean tanto el PP como Ciudadanos». A su juicio, «más allá de estar de acuerdo o no con el planeamiento urbanístico que se ha aprobado, la ciudadanía se merecía escuchar todas la opiniones».

Ignasi Garcia, vicealcalde y portavoz de Compromís, acusó a las dos formaciones que abandonaron el pleno de «hacer lo que llevan haciendo estos cuatro años, crispar, porque en lugar de hablar de urbanismo han abandonado sus funciones. No sabemos su modelo y han faltado el respeto a toda la gente de Castelló y a la ciudad, que está pendiente del Plan General porque hay muchas inversiones por aprobar». La paradoja, según Garcia, es que «no han podido escuchar si quiera que habíamos aprobado alegaciones del propio Partido Popular, pero no se lo hemos podido decir porque nos han robado el debate». Xavi del Señor, portavoz de Castelló en Moviment, se mostró igual de crítico por el «flaco favor que le han hecho a la democracia». Del Señor les recordó que «cuando el PP gobernó 24 años con el rodillo, con planes generales que le anulaba la Justicia, ningún concejal de la oposición se fue para no debatir». Para el edil de la formación asamblearia, «es sintomático que el partido que nos ha arruinado a nivel de Estado no quiera debatir, y quizás sea porque hemos consensuado un nuevo Plan que supera sus viejos modelos de la especulación y del ladrillo por una ciudad más amable y verde».

Rafa Simó, el concejal de Ordenación del Territorio, señaló que «uno puede estar de acuerdo o no con un tema, pero si creemos que la base de la democracia es el debate y el diálogo, hoy la derecha ha optado por lo contrario». Simó también se refirió a las críticas de los vecinos de Crèmor, que exigen que sus masets esté en suelo urbano y no urbanizable, y de la Marjaleria, que reclaman soluciones para sus viviendas 'alegales'.

Sobre Crèmor, el edil explicaba ayer que la clasificación decidida para este sector «es la misma que se propuso en el año 2000, porque en 19 años aquí no se ha hecho nada y no se entendería un cambio. Además, los informes de la conselleria avalan la clasificación y la edificabilidad aprobadas». Respecto a la Marjaleria, subrayó el concejal que hubo un Plan Especial que aprobó en 2006 el PP «y en 13 años no se ha desarrollado nada». Es más, rememoró que la popular Isabel Bonig, cuando era consellera, firmó en 2013 «un documento de referencia que dejaba claro que ese plan especial no tenía sentido». «Por eso y por convicción, creemos que había que dignificar la marjaleria como corresponde, y no con una especie de diplomas que firmó en 2005 Alberto Fabra como alcalde. Nosotros preferimos que la gente pueda enfadarse con nosotros por diferencia de criterios que engañarlos, como sí han hecho ellos», incidió Rafa Simó.

Respecto a la petición de los vecinos de Crèmor de que se utilicen los fondos Edusi para su barrio, y así evitar pagar cuotas de urbanización, tanto Amparo Marco como Rafa Simó destacaron que los fondos «no son par aunas familias o para temas particulares, sino para actuaciones de interés general, y todas las aprobadas tienen el aval del ministerio».

Partido Popular

La portavoz del PP, Begoña Carrasco, justificó por su parte el abandono del pleno porque la aprobación del Plan General Estructural «suponía ser cómplices de la hipoteca del futuro de los castellonenses». Carrasco acusó al Pacte del Grau de no responder las alegaciones ni de escucharles y de gobernar «de espaldas a la ciudad» y lamentó que no hayan dejado a la oposición participar «desde el minuto cero». «Nosotros sí lo hubiésemos hecho si estuviésemos gobernando», remarcó la portavoz popular. Ciudadanos, por su parte, se marchó del ayuntamiento sin realizar declaraciones.