El penúltimo pleno de la Diputación de Castelló antes de la disolución de corporación provincial destiló la sensación de que ya nada importa en materia política a la espera de los resultados de las elecciones municipales. Hasta el punto que, formalmente, la entidad va a remitir al Gobierno de España su «condena» a la gestión de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de Reestructuración bancaria (Sareb), conocida como 'banco malo', y la «suspensión inmediata» de la ejecución de las hipotecas que afecten a viviendas. Unas tesis desarrolladas en una moción de Castelló en Moviment, la confluencia local en la que participa también Podemos, apoyadas tímidamente por Compromís, y que saldrá adelante por la abstención del PSPV-PSOE, que derivó en, a su vez, una abstención del PP. Una posición crítica contra la Sareb compartida también por Ciudadanos, después de una intervención tangencial y sui generis de su portavoz, Cristina Fernández.
Esta legislatura dejará para la posteridad los debates entre el diputado de Castelló en Moviment, Iñaki Vallejo, y Vicent Sales, vicepresidente y portavoz del Partido Popular. Ayer, en el penúltimo capítulo de esta batalla dialéctica, Sales mostró su extrañeza por el apoyo de Castelló en Moviment a los promotores inmobiliarios y constructores de la provincia, a lo que Vallejo respondió que «defendemos a los empresarios porque ustedes no lo hacen».
En concreto, la moción solicita que la Sareb deje de hacer aquello para lo que fue creada, es decir, absorber activos tóxicos de las entidades bancarias y sacar un posible rédito económico de los contratos hipotecarios y de la venta de activos.
En contra de este posicionamiento se situó Castelló en Moviment y, aunque fuera de manera formal, toda la Diputación de Castelló en virtud de la catarata de abstenciones.
El PSVP-PSOE, de la mano de Carmina Martinavarro alegó que su abstención se debe a los resultados de las elecciones generales y auntonómicas y a la confianza en las políticas de vivienda de los ejecutivos de Madrid y València para revertir la situación. Un brindis al sol socialista que puso en bandeja a Vicent Sales el contraataque perfecto. Si los socialistas no se oponían a aquello que insta la moción y eran los receptores de la misma en cuanto a que ostentan el Gobierno, lo mismo iba a hacer el PP.
En cuanto a Ciudadanos, su portavoz, Cristina Fernández, intuyó que la moción iba de vivienda, defendió la ley de segunda oportunidad y la dación en pago y aprovechó la ocasión para criticar a los gobiernos de Madrid y Barcelona por el aumento del precio del alquiler.
En su réplica, Vicent Sales, apuntó a los grupos progresistas al asegurar que «no tienen ustedes el monopolio de la sensibilidad social» y, asumiendo como un despropósito la moción de Castelló en Moviment, concluyó que el freno de las ejecuciones derivará, a su juicio, en un aumento de las cuotas de las hipotecas que pagan las clases trabajadoras.
Por último, Iñaki Vallejo criticó que la Sareb justifica más pérdidas por gastos de gestión propios que por la liquidación de activos y consideró que los 350 trabajadores con «nóminas superiores a 100.000 euros» responden más a intereses económicos y políticos que a la reactivación del tejido empresarial y del mercado de la vivienda.
Planes de empleo
El pleno de la diputación tuvo tiempo a pesar de su inusitada duración, menos de una hora, de discutir una moción socialista que pedía la licitación de planes de empleo de la entidad, que no se han publicado para 2019. La moción fue defendida por el portavoz del grupo socialista y alcalde de Forcall, Santi Pérez, quien consideró que estos planes de empleo permitirían a los municipios dar más servicios en épocas de mayor afluencia de población y suponen una oportunidad laboral.
Por parte del equipo de gobierno, el diputado de Promoción Económica, Salvador Aguilella aseguró que los municipios no solicitaron estos planes durante el trámite de presupuestos.
