Alrededor de cuarenta jóvenes con síndrome de Down o discapacidad intelectual están trabajando en empresas y entidades de la provincia de Castelló. Además, en lo que va de año, la Fundación Síndrome de Down de Castelló han conseguido seis integraciones laborales en varias empresas de la provincia y, de cara a la campaña de verano, se prevé que el número de contrataciones aumente, sobre todo, en puestos relacionados con el sector servicios.
No obstante, estas cifras, aunque ilusionantes, no son suficientes y, aún hoy, al 95 por ciento de la población con Síndrome de Down y con edad de trabajar no se le ha dado una oportunidad para demostrar su valía. Es por ello que Down Castelló, a través del Servicio de Empleo con Apoyo, mantiene su pulso por formar a estas personas con un único objetivo: que accedan a un empleo normalizado.
Así, la fundación celebró ayer el Día Internacional del Trabajo reivindicando el derecho al acceso al empleo de las personas con síndrome de Down o discapacidad intelectual y visibilizando las capacidades de sus usuarios y usuarias. El escenario elegido fue la plaza Santa Clara de Castelló de la Plana donde hasta veinte establecimientos (tiendas, bares y cafeterías) dejaron que los alumnos y las alumnas de los cursos formativos de la entidad realizaran las tareas propias del puesto de trabajo: sirviendo un café, atendiendo a clientes, tomando nota de un pedido, en definitiva, ejerciendo su rol laboral como cualquier persona que trabaja.
La iniciativa fue muy bien acogida por los establecimientos colaboradores, quienes animaron a otras empresarias y empresarios a que den el paso y ofrezcan oportunidades laborales a las personas con discapacidad intelectual.
Para reconocer la implicación de estos establecimientos, este año se les han entregado un distintivo que acredita esta colaboración. Una pegatina que servirá para que los clientes conozcan qué establecimientos son socialmente responsables y apoyan la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual o Síndrome de Down.
Desde la fundación recordaron que, a pesar de que cada vez son más las empresas que gracias a sus políticas de responsabilidad social se interesan y ponen en marcha proyectos de integración laboral, todavía existe una gran parte de estas que no ofrecen oportunidades laborales, ya sea por falta de información, prejuicios y estereotipos o simplemente por desconocimiento sobre las capacidades del colectivo. «Una realidad que limita las posibilidades del colectivo y supone una seria traba a sus aspiraciones de mejorar su autonomía y llevar una vida lo más plena e independiente posible», aseguran desde la fundación.
