Excmo y reverendisimo señor Obispo, Excma Sra Alcaldesa; señor presidente de la Junta de Gobierno de la Real Cofradía de la Verge de Lledó y miembros de la misma, presidenta de la Junta de camareras y señoras camareras, prior de la Cofradía y prior de la Basílica, sres concejales; reina de las fiestas, corte de honor y Junta de Fiestas,señoras y señores.

Campaneta de Lledó,que repiques a migdiaper a goig de Castelloi descans de l´alqueria!.Campaneta, campaneta,que cantes l´oracióde cor, com una xiquetaque s´ha deprés la lliço.Sona campaneta pia,campaneta de Lledó!.Tota la plana somniaquan sent la teua cançó!

He querido comenzar mi intervención con este poema de nuestro gran poeta Bernat Atola, porque a lo largo de la misma haré referencias a historiadores, poetas y músicos que en todos los tiempos han ensalzado a nuestra patrona, porque como dice el profesor Lluis Meseguer desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, no ha habido ningún poeta que no haya ensalzado a la Virgen.

Alguno de ustedes se preguntará el porqué de mi presencia aquí, lugar que lo largo de muchos años han ocupado poetas, historiadores y destacados comunicadores, que han cantado con voz precisa, los hitos más importantes relacionados con vuestra historia Verge de Lledo, y con vuestra vinculación a la historia de la ciudad. Todos os han cantado desde el imaginario altar que en el pecho de cada hijo e hija de esta tierra ocupáis.

Recuerdo la grata noche del 2 de mayo de 1.991 en que ocupé este puesto en el salón de actos del Instituto Francisco Ribalta. Hasta el inolvidable viaje que realizamos un grupo extraordinario por su calidad humana, miembros de la Cofradía a Tierra Santa en la despedida del año

anterior y entrada en este 2.019 , no conocía al presidente de la Cofradía a Ramón Villarroig,- que organizó dicho viaje de manera impecable sin obviar ningún detalle- y a su familia, pero cuando hace unas semanas me dijo que fuera el mantenedor de este certamen literario, sólo por gratitud por haberme permitido a mi mujer y a mi vivir esas vivencias para quienes creemos, no me podía negar.

Recordé en aquel momento el prólogo del libro "Bolangera de dimonis" de D. Angel Sánchez Gozalbo editado en 1.979, que iniciaba justificando dicho libro, por la amistad. Era su homenaje a inolvidables amigos ya perdidos y a otros que vivían y confortaban su espíritu con la gracia alada de su amistad. A ella, a la amistad con Ramón, se debe este paréntesis que abro, dejando de ser forzoso creador de la palabra muerta para convertirme en circunstancial creador de la palabra viva.

Amistad: "nada es amistoso para el hombre sin otro hombre amigo". Un cisterciense inglés , Aelred,en el siglo XII abordaba la naturaleza de la amistad, "un efecto del alma racional, en cuya virtud, ésta busca algo con deseo, lo apetece para su función, goza de ello con dulzura interior y lo abraza para conservarlo como suyo".

El hombre y la mujer siempre empiezan algo al abrirse el día. Siempre estamos a tiempo de hacer algo, pero nunca solos. "Llamé a Dios dice el poeta y no me oyó. Busqué el alma y no la ví. Busqué al prójimo y hallé a los tres". Y digo que nunca solos, porque lo que hace falta entre otras muchas cosas al mundo que vivimos, es la hospitalidad. Hace pocos días el mismo Papa Francisco ha declarado que no nos olvidemos de practicar la hospitalidad, puesto que gracias a ella algunos, sin saberlo, han hospedado ángeles.

En el Renacimiento, Juan Luis Vives ya dijo: "Ante Dios no hay griego, ni judío, ni francés, ni español; cada uno de nosotros renació en Cristo para ser una nueva criatura" y San Pablo siempre nos recordará que: "De la inteligencia que a veces traiciona; de la máquina que en tantas ocasiones esclaviza; del dinero que a tantos pudre, salvemos el amor, buscando ávidamente con los ojos que reflejan, los ojos que nos miren; con los labios que suspiran, al labio que suspira; con los oídos que escuchan, a los oídos que oyen. Busquemos y ofrezcamos miradas limpias y corazones generosos, como esos que os miran cada día de vuestras fiestas Verge de Lledó..

Os pedimos y ahora más que nunca, que los ojos de todos tus hijos de esta tierra como los ojos del poeta, esos ojos que a la luz un día se abrieron, no vuelvan a la tierra, hartos de mirar sin ver. "Del amor nostre Señora Mare de Deu de Lledó". El hombre es el único ser creado a imagen y semejanza de Dios. Constituido como dice San Pablo, por la carne, el alma y el espíritu. Por éste, es hombre. imagen de Dios. Es el nacimiento de la noción cristiana del amor y la amistad.

El mismo lo dice: "No os llamaré en adelante mis servidores, porque el servidor ignora lo que hace su dueño, sino mis amigos". Por eso te pedimos a tí, Verge de Lledó y lo debemos hacer diariamente, que hagas posible que demos de sí todo lo que podamos, desde un qué (lo que cada uno tenga) , desde un quien (nuestra propia persona). Amistad de la que se fundamenta por convicción en la sucesión de los actos de benevolencia, beneficencia y confidencia. Amistad basada en el desinterés, porque la amistad y el amor que necesitan alimentarse de regalos son una amistad y un amor que siempre tienen hambre.

Cuando estalla llena de luz y colores la primavera, con la belleza y fecundidad de nuestros campos, brindando la feraz exuberancia de este vergel que es la Plana, verde de naranjales, perfumada de azahar, cuando hierve la sangre juvenil y se exalta lleno, abierto el corazón, cuando llegan las más bellas auroras, los días más luminosos, los más tardíos crepúsculos, bajo toldos de jazmines; cuando revolotean alegres los pajarillos, trinando y aleteando por entre las ramas acharoladas de los naranjos, y las fuentes cantan al ritmo cadencioso de sus aguas, resbalando por la piedra hasta fertilizar la tierra, éste pueblo trabajador y laborioso, os rinde amor en vuestra fiesta, la fiesta que como corresponde a un pueblo labrador honra una imagen que se encontró entre terrones, que a diferencia de lo que dijo en el siglo IV el sirio Efrén "Ella es la nave cargada con el tesoro de los tesoros. Ella trajo a los pobres los riquezas del Cielo", aquí en Castellón las raíces de nuestra madre estaban más profundas que las del"lledoner", siendo su fruto más sabroso, porque reinando sobre los trabajos y los días, sobre la fatiga y sobre el descanso, es consuelo de nuestro dolor y alegría de nuestra alegría, porque por todas nuestras venas corre el convencimiento de que "sou clar estel, llum y guía", declarada Patrona en 1.922 y coronada pontificia y canónicamente en 1-924.

No esperéis una gran pieza oratoria. Si en el principio fue el Verbo, más tarde sería el ángel, mensajero de albores y locutor de los cielos, porque esa ha sido mi profesión, la de locutor. Locutores que de alguna manera somos como los poetas, repartimos la flor de la palabra. Es la voz del hombre, que ciertamente, con voltajes de mínimos rubores teje su espiritual artesanía en megaciclos de sonoro encaje. El hombre que habla al hombre, que nos mejora sólo al darnos la mano. Hay que tener fe en la palabra. Hombres de palabra, suprema cosa y palabra suma.

Llevo más de cincuenta años sílaba a sílaba como dijo el poeta malagueño Manuel Alcántara, fallecido el jueves santo con el corazón en la garganta, editando de viva voz, contando y cantando esa fugitiva presencia de los días que llamamos actualidad y que se desvanece cada noche y nos deja apenas la forma de su huida. Es la radio un menester de juglares. Su hemeroteca y su orquesta se diluyen,solo que antes su epitafio hay que buscarlo como en el verso de Góngora en "los anales diáfanos del viento". Quien escribe un libro, aplaza de algún modo el olvido inexorable; quien escribe en los periódicos sabe que goza de una muerte diaria, pero deja algo de polen en las páginas, que un día tendrán el color del otoño.

Los que hemos escrito y hablado en la radio permitanme decirlo, sabíamos que lo nuestro era amor puro, contribución desinteresada y perecedera. Siempre estábamos en el aire. Eramos hombres de muchas palabras, oradores sin rostro, gente que hemos sido solo nuestra voz y nuestras palabras; palabras, porque las palabras quedan y es verdad que hay muchas cosas que el viento no se lleva, y aunque se las lleve, llega a devolverlas una tarde. Palabra, amor y amistad, amplia y generosa autovía para la realización y perfección de la naturaleza humana.

"Del poble de Castelló llum i auxiliadora". La gente de este pueblo, desde nuestro nacimiento quedamos ligados a nuestra Patrona. A ella acudimos a pedir, y no siempre a darle las gracias por lo recibido. Allí acudimos en nuestros momentos más importante. Allí contrajimos matrimonio mi mujer y yo hace casi cincuenta y un años. Y allí acudimos también por una idea de un extraordinarios amigo y gran lledonero como fue Paco Vicent, "Quiquet de Castalia", siempre recordado y más en estas celebraciones, para llevar a pie una imagen de la Virgen que se sufragó por suscripción popular la tarde del 1 de agosto de 1.964 por un grupo de jóvenes que éramos entonces, integrantes de la revista hablada "Clima" del grupo de montañismo de la Organización Juvenil Española y los integrantes de la patrulla "edelweis" del Centro Excursionista, hasta Villafamés por entre las montañas cercanas, quedando entronizada el 2 de agosto en la Iglesia de la Santísima Sangre de dicha localidad.

El profesor Manel García Grau, en su trabajo: "La poesía religiosa com a signe de Fe damunt la historia" con el que prologaba la publicación "Serenata a la mare de Deu, Lledó 1.985-1.995", señala que cada pueblo del mundo tiene su madre de Dios, es decir su manera de entender y expresar el sentimiento religioso colectivo. En muchas de nuestras comarcas encontramos la figura de una imagen de la madre de Dios o de la Virgen. En Vila-real la Mare de Deu de Grácia; a Benicarló Santa María del Mar; a Sorita la Mare de Déu de la Balma; a Morella la Verge de la Vallibana; a Vilafranca la Verge del Llosar; a Borriana la Verge de la Misericordia; a Altura la Verge de la Cova Santa,etc, todas envueltas de unas u otras leyendas populares en torno a su localización.

Y naturalmente en Castellón Santa María de Lledó, antiquísima imagen, venida según la hipótesis de Joaquín Campos Herrero en su trabajo "Elementos míticos en una advocación mariana",del otro lado del Mediterráneo, imagen que de la historia pasa a la leyenda con la transcripción de un inventario del 13 de diciembre de 1.659. Con el tiempo, lo referido a su encuentro, se completa con la fecha de 1.366 en la figura del labrador Perot de Granyana, que según la leyenda popular encuentra la diminuta imagen de alabastro al roturar con sus bueyes unos terrenos. Tras llevarla a la ciudad, unos días más tarde ´se le volvió a aparecer en las mismas condiciones, lo que fue notificado a las autoridades religiosas, siendo el motivo de la construcción posteriormente de una capilla.

El historiador Luis Revest Corzo sobre documentos de 1.379 dice en la publicación "Castellón de la Plana y su provincia" dice que : "El santuario no era un humilladero ni una capilla, más grande o mas chica, era un verdadero templo, nunca se le da el nombre de capella u otro análogo, siempre se le nombra Esgleya, Església o Ecclesia, siendo administrada por el Consejo y su interés se demuestra porque sólo para esta y para la Iglesia Mayor aparecen nombramientos oficiales".

En 1.375 Berenguer Vicent en nombre de Pietro Corsini, autorizó al Consell y al Vicario Mayor a que pudiera celebrarse diariamente misa y los oficios divinos en la iglesia de la Virgen de Lledó. Desde entonces; es decir, desde 1.379 se conoce la existencia de una pequeña capilla del tipo de reconquista, a la que inmediatamente comenzaron a llegar peregrinaciones de la ciudad y de otras comarcas. Naturalmente aquella capilla fue creciendo, se fue ampliando y transformando a lo largo de los siglos XV y XVI.

En 1.572 se levantó la actual portada, trece años después de la creación de la primera cofradía en 1.559 el 14 de diciembre de este año autorizada por el obispo de Tortosa Fernando de Loazes, estableciendo los cargos de mayoral secular, mayoral eclesiástico o Prior y el "sagrista" como colector de limosnas para las obras del templo. En 1.670 las obras llevadas a cabo propiciaron su conversión en una iglesia de tres naves. No sería sin embargo hasta el siglo XVIII cuando se realizó su gran transformación, que terminarían en 1.768 los arquitectos José Gascó y Juan Argente, quedando a su conclusíón como el mayor santuario rural valenciano. Lamentablemente con el paso de los años desaparecieron numerosas obras de arte, aunque todavía tenemos una corona barroca del siglo XVII, un cáliz de la Casa Real y pinturas de Urbano Fos y Vicente Castell.

En 1.987 la Real Cofradía de Lledó editó una colección de gozos en honor de Santa María de Lledó, dirigida por el prior de la Basilica José Miguel Francés, que como escribió el presbítero Santiago Casanova y Giner son composiciones poéticas populares, del género lírico, escritas en

honor de Dios, de María, de los ángeles o de los santos, y destinadas a ser cantadas en sus días más señalados. Al mismo tiempo ofrecía una cronología de lo más importante ocurrido desde 1.375. Nada menos que ochenta y dos citas históricas de relieve. Cualquier día tendrá que completarlas porque terminaba en 1.987 y desde entonces hasta hoy han ocurrido muchas cosas y buenas en torno a la Basilica de Lledó. Es obvio que decenas de poetas han ido dirigiéndose a nuestra Patrona, a nuestra lledonera:

"Escoltant la campanaveu de l´ermita,als conreus de la Planacreix la collita.Les marietessempre angèliques volenper les floretesLa campana per l´horta,cada migdia,fa son prec a la portade l´alquería.I cuan voltejaels ocells que l´escoltencallen d´enveja.

(Bernat Artola).

Me gustaría referirme al día de la coronación pontificia y canónica de la imagen de nuestra Patrona,el 4 de mayo de º1.924 por lo que supuso en la historia de Lledó y para Castellón. Estas fiestas se anunciaron con un gran cartel posiblemente del mejor pintor en aquellos tiempos, Vicente Castell, que presentó dicho trabajo al concurso que se había convocado con el lema "Corazón" y firmado por su hijo Rafael Castell Soliva.

En aquellos tiempos el gran Mariano Benlliure se había retirado a nuestra ciudad y por su taller pasaron hombres tan representativos en las bellas artes como Adsuara, Porcar, Sanchis Yago, Godofredo Buenosaires,Tomás Colón, Ortells, etc. Muchos de ellos por sus obras formarían parte con el paso de los años de la historia cultural de Lledó, como es el caso de Vicente Castell que colaboró a decorar el altar mayor y el camarín, llegando a pintar retratos de Pio IX, León XIII, Pio X y Benedicto XV, asi como el lienzo con San Vito y San Modesto, obras que se inauguraron el 4 de mayo de 1.923.

Con motivo de la Coronación, la Sociedad Castellonense de Cultura promovió la publicación de obras como: "Madona Santa María de Lledó 1.379-1384 ", gran obra de investigación del cronista Lluis Revest Corzo con los documentos más antiguos sobre Lledó del primer "Llibre del Consell" y también "Castellón: historia y gozos de la Virgen de Lidón", coordinado por Manuel Gaya y también: "Novenas a la Virgen" escrita en 1.765 por el entonces prior del Santuario mosén Jaume Monseu Gozalbo.Por encima de todo, destacó como ópera magna, la Corona Poética, que contenía 53 poemas, 28 en castellano y 25 en valenciano, firmados entre otros por Carles Salvador, Alloza, Enric Soler, Luis Guarner, el doctor Cantó, Emilio Benages, etc.

El año 1.923 se había coronado la Virgen de los Desamparados en Valencia. El eco de esta Coronación provocó el deseo de los castellonenses de que se coronara a su Virgen y ese mismo año de 1.923, se envió una petición al Vaticano firmada por el obispo Rocamora, el teniente alcalde de la ciudad Antonio Calduch, el arcipreste de Santa María Eduardo Soriano, el prior del Santuario Manuel Pascual y el presidente de la Cofradía Francisco Cazador, que decía: "Postrados a las gradas del trono de Su Santidad, desde siglos venerando a la Virgen de Lledó, manifestamos muy de corazón ver coronada canónicamente a su celestial patrona; por eso suplicamos se digne conceder la gracia pontificia de la Coronación canónica a favor de nuestra amadísima Patrona, la Virgen de Lledó y la correspondiente delegación para que el Obispo de Tortosa la corone".

La autorización se fechó en Roma el 15 de abril de 1.923. El cardenal Canciller señalaba en el Rescripto de Pio XI que el San Padre decretaba y mandaba que: "Esta preclara e insigne imagen de Nuestra Señora, la bienaventurada Virgen María, a la que invocan de "Lledó" sea coronada con áurea corona y solemne culto". La noche anterior a la Coronación la ciudad registraba una gran animación. Tras las serenatas de la "fiesta de la rosa", las campanas del Fadrí, anunciaron la llegada del gran día y a las cinco de la madrugada hubo diana con las bandas de música de Almassora, Burriana, Onda, Vila-real, Nules, Borriol, Villafamés, Artana, Cabanes, Alcora , del Regimiento de Infantería y la de la Casa de Beneficencia.

A las ocho de la mañana llegó a Santa María el cardenal Vidal y Barraquer, dónde ya se encontraban el arzobispo de Valencia doctor Melo, el obispo de Segorbe Fray Luis Amigó, el de Tortosa Pedro Rocamora y el obispo auxiliar de esa Diócesis Félix Bilbao. Toda esta comitiva entró en la iglesia mientras sonaba la marcha de la Opera Aida de Verdi. Dentro ya estaba el capitán general, los gobernadores civil y militar y el alcalde que portaba la corona de la Virgen.

Tras la bendición y la celebración del Pontifical en el que tomaron parte decenas de músicos que interpretaron la "Misa in festivitate beate virginis, vulgo dicta de Lledó" de mosén Escuin, y el Ave María de Vitoria con la Schola Cantorum "Els XIII" de Vilareal, la capilla de canto de Santa María y la Schola Cantorum de Valencia, se inició la procesión hasta la Plaza de la Independencia recorriendo las calles Vera, Castelar hoy Puerta del Sol, Ruiz Zorrilla, San Vicente y la ronda Mijares llegando a dicha plaza a la una de la tarde, completamente abarrotada al igual que las calles adyacentes. La imagen de la Virgen era llevada por cuatro labradores en sus andas de plata.

En medio de un gran silencio se entonó la antífona "O gloriosa virginum". Seguidamente el alcalde Francisco Ruiz Cazador ofreció la corona al cardenal Vidal y Barraquer diciéndole: "Eminencia. El destino me ha colocado en este puesto para que el día de hoy sea para mí imborrable. Os entrego en nombre de todo Castellón esta joya, con la cual vais a coronar a nuestra Patrona. No olvidéis que esta corona es todo Castellón, pues todo Castellón está con la Virgen, su madre celestial. Que ella nos oiga y haga grande y próspero a este pueblo".

El cardenal tomó la corona y con ella bendijo a los presentes coronando seguidamente la imagen entre grandes muestras de emoción. Tras la interpretación de la Marcha Real y el Himno de la Coronación, la Virgen de Lledó, coronada, regresó a Santa María por las calles Zaragoza y Colón finalizando la mañana con el disparo de una gran traca. Ya en el interior de la Iglesia se cantó la "Salve Regina" y el presidente de la Cofradía dijo: "Castellón; se ha cumplido al fin vuestro deseo, el deseo de todos de coronar a la Patrona. Ahora gritad conmigo Viva la Virgen de Lledó".

Esta Plaza de la Independencia recibió su nombre por acuerdo municipal de 3 de diciembre de 1891, aunque a lo largo de la historia ha recibido otros nombres. Es una plaza con retales modernistas del ensanche de Castellón del siglo XIX. La Farola que preside la plaza fue establecida a propuesta del alcalde Salvador Guinot, con diseño del arquitecto Godofredo Ros de Ursinos y contratada con José María Sáez López por 4.000 pesetas.

Manolo Carceller Safont sobre los Gozos de la Coronación, escribió que con motivo de esas fiestas se publicó el poema escrito por Josep Pascual Tirado, que años más tarde escribiría el Tombatossals; gozos que presentaban una historia de la tradición lledonera. De ellos, hemos seleccionado los siguientes:

Bon terme te Castellòen Castellò està la Planaen la Plana està Lledòi en Lledò la sobiranaConsol de tota aflicciò:Campaneta de Lledóvolteja que ja es migdia,volteja que el llauradorvol eixugar la suormusitant l´Ave María.

En mayo de 1.974, al cumplirse las bodas de oro de la Coronación, la revista "Festividades" que editaban Vicente Escura y Carlos Murria, publicó un número especial en el que se recogían algunas de las poesías de la Corona Poética.

De Soler Godes:

Del Lledó, dolca campana¿per qu´et canses de tocar€?¡ Ya no crida als feligresos...¡¡ya no branda¡.¡Esta plorant¡¡Plora de goig¡. Hui es el diaque este poble entusiasmata la seua Santa Marela corona li ha posat.

En esta misma publicación Ignacio Pérez de Heredia escribíó: "El conocimiento histórico de la advocación no condiciona sin embargo de sí, ni tiene que condicionar lo teológico de nuestra devoción a nuestra Madre la Virgen María. Somos dichosos de ser un pueblo que en esto tiene una tradición: no somos un pueblo que empieza de cero, ni un pueblo que quisiera renunciar a su historia y empezar de cero, como si todo lo que hicieron y vivieron nuestros mayores fuera carente de sentido y no valiera la pena pertenecer a su linaje. Ello seria nuestra condena para el futuro. Seremos ricos o pobres de historia o de historias pero sólo somos alguien si tenemos historia".

Para llegar a esas fecha, las bodas de oro de la Coronación hubo que pasar los azarosos años de la guerra civil. Días antes del inicio de la misma Castellón, como el resto de España, padecían una huelga general, comprobaban un fanatismo anticlerical, se apreciaban represalias políticas y afanes de venganza y sobre todo desde el punto de vista religioso eran asesinados sacerdotes y religiosos y se incendiaban algunas iglesias a lo que se añadían robos del patrimonio. A quienes quieran conocer la verdadera historia de esta triste etapa les recomiendo el libro de Germán Reguillo "Tiempos amargos", editado por la Diputación Provincial.

En este punto quiero decir, que no pueden faltar en las bibliotecas de cualquier castellonense dos obras muy importantes: "Crónica de Castellón" de nuestro cronista Antonio José Gascó Sidro, que ofrece toda la historia de Castellón editada en el 2.014 e "Historia de la Basílica de Lledó de Josep Miquel Francés editada en 1.999.

A las nueve de la noche del 24 de julio de 1.936, tras producirse el saqueo e incendio de Santa María, el alcalde Manuel Aragonés Cucala llamó al escultor Adsuara junto al historiador Francesc Esteve para que recuperaran obras de arte. Adsuara se fue a Lledó junto a Ramón Paús.

En la mañana del jueves santo de 1.937 en previsión de lo que pudiera ocurrir , tras cavar la tierra, escondieron la imagen en un rincón bajo el campanario. A finales del mes de agosto el doctor Sánchez Gozalvo sacó la imagen del arcón gótico dónde se encontraba para depositarla en una caja, para su traslado a la parroquia de San Vicente Ferrer, que es donde se guardaban cosas referentes al patrimonio, con la pretensión de ser trasladadas a Valencia por indicaciones del gobierno de la República. Es claro que nunca se hubiera recuperado la imagen.

Según Joaquín Campos, el ermitaño no las tenía todas consigo pero cuando estimó suficientes garantías, accedió a cumplir lo que pedían los enviados del alcalde: "Envuelta en el silencio del ocultamiento salió la imagen de su solar hacia San Roc de Canet, a Fadrell, pasando por San Josep del Censal y luego por San Isidro. Pero esta vez no se dirigía a Santa María, como en otras ocasiones se había hecho con gran pompa y entre el fervor de las gentes, sino al depósito de muchas cosas de interés".

Poco después llegaron milicianos para destruir imágenes y altares, quedando convertidos el santuario y la casa prioral en cuartel de carabineros. Nada quedó de aquellos altares dedicados a San Felipe Neri, a la Huida a Egipto, a la Inmaculada Concepción, a San Joaquín y Santa Ana. El Cristo crucificado pintado por Urbano Fos es lo único que se salvó.

El arquitecto Traver en su informe de 1.941 para su reconstrucción dejaba claro que tanto el Santuario como la Casa Prioral habían quedado devastados.Manolo Carceller estudió una novela de Pere Calders de 1.938 titulada "Unitats de xoc" dónde se relataba el ambiente que se vivió en aquellos momentos.El 13 de junio fue sacada de su refugio y un mes después Sánchez Gozalbo recibió del comisario general de Defensa del Patrimonio, el interés del Cardenal Gomá, Primado de Toledo de recuperar el culto.

Es curioso conocer también como se salvó la imagen de la "Lledonera" de la Iglesia de Santa María. Lo contó el sacerdote Jesús Vilar vinculado a Castellón en un trabajo premiado en un Certamen literario, a través de las declaraciones de José Gil Roca, hijo de Micalet que era el sacristán de la parroquia. El 24 de julio de 1.936 Santa María fue invadida de milicianos y un teniente de la Guardia Civil fue a la Comandancia, que estaba en la calle Enmedio a por dos guardias que pusieron orden momentáneamente. Gil Roca que conocía a la perfección el templo vio que en la capilla de la Comunión, un miliciano estaba fusilando la imagen de Cristo. Lo quemaron y también los confesonarios.. Preguntó a otro miliciano si lo que había dentro del Sagrario lo habían cogido, pero le dijo que no porque estaba cerrado y no tenían las llaves.. Como sabía dónde estaba el interruptor general, apagó la luz y dejó la iglesia a oscuras. Cogió las llaves y se llevó al Santísimo. Lo llevó a casa de sus padres y por si iban a registrarla, en una cesta de mimbre por la noche, lo llevaron a casa de Josefina Orduña. Al dia siguiente con el reverendo Ramón Arnau lo condujeron a casa de monseñor Llopis y a la Casa dels Orfens, quienes se encargaron de conservarlo y hacerlo llegar como viático a las casas de quienes deseaban comulgar.

Cuando la familia fue a recoger la imagen de la Virgen de Lledó fue monseñor Joaquín Balaguer quien indicó a Fortanet, que iba vestido de bombero, que la cogiera y la llevara a casa de las hermanas Roig. Gil Roca había cogido de la sacristía las listas con las anotaciones de intenciones de misas y celebraciones de sacramentos. Y como las llevaba encima, estando detenido en los bajos del Palacio del Obispo, fue haciendo bolas con todos los papelitos y se los fue tragando para que no pudieran detener a ningún seglar acusándolos de prácticas de la religión.

En este mismo estudio Jesús Vilar relató también que al finalizar las fiestas de la Magdalena de 2.007, después de la ofrenda de flores alguien se percató de la desaparición del icono de la Virgen que había esculpido el escultor de Navajas Manolo Rodriguez 25 años antes y que presidia la hornacina de la fachada de la Basílica. Poco después unos jóvenes se personaron en la casa prioral y entregaron una bolsa de plástico en cuyo interior, intacta ,estaba la pequeña virgen que dijeron habían encontrado en un huerto próximo en el Caminás.

Mi querido y entrañable compañero José Miguel Francés, actual Prior de la Basílica la pasada semana dio una magnifica conferencia en el Casino Antiguo sobre "El renacimiento de Lledó tras esta época y el setenta y cinco aniversario del retablo y altar mayor de la Basílica en 1.944".

Por ello voy a referirme con brevedad a algunos acontecimientos en torno a Lledó que se fueron produciendo a lo largo de los siguientes años: Quiero señalar en este momento que los gozos que actualmente se cantan fueron escritos por el Cronista Oficial de la ciudad y Archivero Luis Revest Corzo, con música del canónigo Mossen Vicent Ripollés:

Del poble de Castellósigau llum i auxiliadorade l´amor nostre SenyoraMare de Deu del Lledó.Sou clar estel, llum i guiaque mostra el port a la nausou l´arc iris de la pauoh santa Verge Maria¡

Esos Gozos completos son interpretados en las grandes solemnidades y son el preludio de la "Salve Popular", que compuso en 1.894 el entonces prior del Santuario y de la Cofradía mosén Jaume Pachés Andreu por encargo de su amigo Antonio Alloza Agut que había escrito una oración en 1.885. La composición se tradujo en Salve Popular, que se estrenó en la Iglesia de Santa María. La edición más antigua que se conoce de la misma es de 1.924, con el nombre entonces de "Salve a la Santísima Virgen de Lidón". En la década de los 70 Miguel Peris la adaptó al valenciano. En 1.958 se inauguró el bello grupo escultórico de Adsuara que se encuentra a mitad del camino a la ahora Basílica.

En 1.966 se celebraron grandes fiestas con motivo del sexto centenario del hallazgo de la imagen, para las que se constituyó una amplia comisión que presidió uno de los mejores alcaldes que ha tenido Castellón, Carlos Fabra Andrés y a la que tuve el honor de pertenecer trabajando para que junto con el director de Radio Castellón, Emilio Pérez lográramos que se grabara el primer sencillo por el sello Belter en el Instituto Ribalta con los gozos y la salve por la Schola Cantorum y el Rollo y canya y Castalia por la Banda Municipal. Era obispo entonces el doctor Pont y Gol, primer obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón.

El 30 de abril la Virgen en una moderna carroza arrastrada por bueyes fue del Santuario a la ciudad. Hubo un novenario, misas en las que

participaron todas las parroquias de la ciudad, conferencias, exposiciones, conciertos extraordinarios, grandes competiciones deportivas y castillos de fuegos artificiales. En Santa María lucia un extraordinario tapiz floral de grandes dimensiones. Ocho años más tarde se conmemoró el cincuentenario de la Coronación,siendo la primera vez que la imagen de la Virgen se trasladó hasta el Grao.

El gran escritor costumbrista y extraordinaria persona, patriarca de una gran familia cristiana, que fue José Barberá Cepriá también recordó en un bello escrito su fervor por la "lledonera", y como vivió el momento de la Coronación, que decía entre otras cosas: "Un matí del mes de les flors, i al ple del sol, va baixar el cel a Castellò, i tota la Plana i tot el Maestrat al cel es va trasplantar. Dins de aquell eixam de cors enfervorits, jo era como una gota d´aigua, una llagrima més, perduda en el tropell, un aladroc espentolat pel corrents, o com un samaruc atrevit dins del caixer. Sols pensar que tu Verge de Lledó m´has vist, m´has comprés, m´has mirat, i miracle ¡tot el mal curat¡.Reseu la Salve amb els ulls tèrbols, aforrallats,i vos se ficara dins...Provat¡.

Más adelante, el 7 de abril de 1.983 se cumplía otro de los grandes deseos de la ciudad. Se recibía el escrito de la Sagrada Congregación de Sacramentos y Culto Divino, dirigido al bueno del Obispo José María Cases, que decía:"Esta Sagrada Congregación Pro Sacramentos y Culto Divino en virtud de las especiales facultades que le han sido otorgadas por el Sumo Pontífice Juan Pablo II, honró al Santuario de la bienaventurada Virgen María "de Lledó", Patrona principal de la ciudad de Castellón con el título y dignidad de BASILICA MENOR con todos los derechos y litúrgicas concesiones, que legítimamente le corresponden, debiendo observarse cuanto se ordena en el Decreto "De titulo Basilicae Minoris". Así queda establecido, sin que nada obste en contrario. Lo firmaba el cardenal Casoria".

Aunque en algunos documentos del siglo XIX de Lledó, se hablaba como Basílica, lo cierto es que hasta que la visita del Nuncio del Papa monseñor Riberi a la Fundación de D. Juan Flors a Vila-real es cuando se comienza a reactivar ese deseo, e incluso después de la misa que ofició el propio cardenal en Lledó el 11 de noviembre de 1.962, al dia siguiente el Ayuntamiento en pleno acordó iniciar los trámites para que el Santuario se convirtiera en Basílica; trámites que por diferentes causas se fueron ralentizando hasta que en 1.977 se redactó un nuevo Libro de Preces que acabó enviándose al Vaticano.

Las fiestas de la Patrona entre otros muchos actos cuentan con dos muy populares. Uno el Certamen Literario, que ha permitido desde 1.945 la aparición de una pléyade importante de poetas. Todavía, por ejemplo se recuerdan los versos premiados hace muy poco tiempo con el pseudónimo de Tofolet de Granyana, de mi amigo Antonio Montoliu:

Terra de llum i amor que vos venera,ferma de sol i nafa, que joiosa,es, per lloar nostra Verge amorosacant rialler d´eterna primaveraLa Verge, com l´arca de l´Aliançaens treurá de la tristesadonant-nos pau, amor o benaurançai será Castellóun poble amb esperançaMare de Déu de Lledó.

Miguel Angel Mulet otro gran castellonero y lledonero, en el Boletín de este año escribe un documentado trabajo sobre los 5o años de la Serenata, que en su principio era un sencillo acto, que volvió a propiciar mi querido y entrañable Paco Vicent, "Quiquet de Castalia, con la Rondalla Tipica Castellonera que pronto se convertiría en "Els llauradors"enorme conjunto musical en el que también podemos recordar otra gran perdida la de Miguel Soler. A partir de1.970 se consolida la idea de la Serenata y poetas y músicos han alegrado la noche primaveral. "Els Llauradors", "Els de la Fileta", "El grup Maig, etc; los poetas Vicent Pau Serra Fortuño y Miquel Peris; los músicos Luis Viciano y Paco Puig entre otros muchos, han llenado una nómina impresionante. Y qué decir de tantos y tantos pintores -otro recuerdo para Lorenzo Ramírez-. Allí a vuestros pies en esas deliciosas y perfumadas noches del mayo castellonense, no ha dejado de oírse otro canto muy popular:

Salve, Verge bressoleraDe la nostra llar pairal,hortolana i marinera,nadaleta de marjal.

He pretendido, si lo he conseguido o no lo dirán ustedes, en un recorrido periodístico por algunos de los hechos más importante de la historia de nuestra Patrona recordar a algunos de tantos y tantos castellonenses que han hecho grande lo que simplemente conocemos todos por "Lledó" y con ello nuestra ciudad. Era natural que en los últimos instantes dedique la palabra hecha poesía de uno de nuestros mejores poetas actuales, Vicent Jaume Almela a quien le pedí un poema inédito para este momento. Es el siguiente:

LLUÏSOR D´ESTELA LA PATRONA DE LA PLANA, MARE DE DEU DE LLEDOPerlada lluïsor de la Plana,albada de benvoler,Mareta del nostre pobledolcesa del lledonercresol en la nit floridaque amb perfum de tarongerl´honora Santa Patronaamb batecs del cor fets prec.Mare de Déu del Lledó.Poncella, rou d´esperança,aroma del meu camíventolina en la marinaclaror nacrada en la nitvestida amb llum de llunaal maig de mil rosers florits´emmiralla la teua gaubançaal mirar del teu poble gentil.Des de l´ermita hortolanaenvoltada de estima fidels´enlairen cants de lloançaque al recer de ta miradaenllumenen aquesta terrad´arrels i clarianes de Celdes de la teua gràcia plenade goig i consol pregoner.Mareta del nostre pobleestima del benvolerde Castellò ets ReginaEn Lledó lluïsor d'estel.

Y tras este bello poema de Vicente Jaume Almela. Moltes gracies poeta, pongo punto final, recordando que estamos a muy pocos años de celebrar el centenario de la Coronación, en el 2.O24. Pedimos a Dios y a la Virgen que nos permitan vivir esa efemérides. Y ese punto final lo pongo con las palabras de nuestro admirado y admirable prior de la Cofradía Ignacio Pérez de Heredia, que concluye su escrito "A l´ombra del Peiró" en el Boletín de este año, diciendo:

"Ya está ahí la festa. Beneïu nostra alegria, consoleu nostra tristor i sempre del vostre amor ompliu-nos Verge María. Visca la Mare de Déu de Lledó".