Castelló contará a partir del mes de septiembre con una nueva parada del Tram en la emblemática plaza de La Farola que, más allá de dar un nuevo servicio al transporte público de la ciudad, obligará a remodelar la movilidad en este importante núcleo de los accesos a la zona centro de la capital de la Plana, hasta el punto de que ya no se podrá entrar con el coche particular desde la avenida Barcelona por el Paseo Ribalta en dirección a la plaza de la Independencia.

El proyecto lo dieron a conocer ayer la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, tras mantener una reunión de trabajo con la alcaldesa, Amparo Marco, en la sede del Consell. Según la consellera, se trata de «una reivindicación que la alcaldesa nos trasladó a lo largo de la legislatura» y que ahora «se suma a todas las mejoras que se han introducido en el Tram para mejorar el transporte público en la ciudad».

La inversión asciende aproximadamente a 481.000 euros (276.000 euros de la Generalitat y 205.000 euros del Ayuntamiento). Las obras, que en principio comenzarán la semana que viene, tendrán una duración de mínima de unos tres meses. Ante esto, la consellera ha destacado la importancia de «la colaboración perfecta que existe entre las dos administraciones para optimizar este tipo de actuaciones» en Castelló. En la reunión se acordó que el conjunto de la obra civil será ejecutado por la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, mientras que el Ayuntamiento de Castelló se hará cargo de la semaforización.

Según explicó la consellera, esta actuación «permitirá reducir el espacio entre las paradas existentes actualmente en dirección a la Universitat Jaume I», sin que eso suponga que las esperas en las paradas aumenten. De hecho, para que eso no ocurra el proyecto, al margen de la parada en sí, incluye una remodelación de la movilidad en este punto para priorizar el paso del transporte público y conseguir, así, que no se supere la media de 12 minutos de espera, según explicó a Levante de Castelló el concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó.

Para llevar a cabo esta mejora del transporte público en la ciudad de Castelló está prevista una triple actuación. Sobre la nueva parada en sí, se remodelará la acera norte de la Plaza de La Independencia, ampliándose a seis metros, para la instalación allí de la marquesina, que será accesible y totalmente adaptada, diseño que, según Simó, ha llevado a que el proyecto se demore en el tiempo. La parada se localizará más o menos donde se encuentra actualmente la de autobús, pero en una acera más ancha.

La segunda medida, y quizás la que mayor impacto tendrá, será la que se aplicará en el paseo Ribalta, que une La Farola con la avenida Barcelona. Aquí se ha proyectado un carril del Tram reversible de una anchura de tres metros en todo su trazado, circulando por la margen izquierda de la circulación, esto es, junto al parque, no al lado de la acera donde se encuentra la Delegación de Hacienda. Este carril será de doble sentido para el transporte público, por lo que estará regulado por semáforos para que no coincidan a la vez dos vehículos.

5.000 vehículos al día

La consecuencia será la imposibilidad de que el Paseo Ribalta mantenga para el tráfico rodado el doble sentido, por lo que la decisión de ayuntamiento ha sido optar porque sea una vía de salida de la ciudad hacia la avenida Barcelona y la calle Cardenal Costa, de ahí que dentro de tres meses se anule la opción de entrar a la ciudad por ahí.

No se trata, en cualquier caso, de una medida aleatoria ya que el ayuntamiento maneja estudios que permiten avalar estos cambios de movilidad. La estadística del consistorio habla de una media diaria de 10.000 vehículos saliendo de la ciudad por el Paseo Ribalta, frente a los 5.000 que entran por el citado vial en dirección a la Farola. La alternativa ahora para este segundo grupo será acceder por la avenida Doctor Clara, en la zona sur, o por la calle Joaquín Costa, por el norte, lo que debe conllevar también una nueva regulación semafórica.

La tercera pata del proyecto es habilitar un carril del Tram para cada sentido en el tramo de la avenida Barcelona que va desde La Pérgola hasta el Corte Inglés, en ambos casos pegados a la acera, y dejando por ello un solo carril por sentido para los vehículos privados.

María José Salvador insistía ayer en que, en pleno siglo XXI, «las administraciones tenemos que apostar para que haya un buen transporte público y la gente se pueda dejar el coche en casa». Por su parte, Amparo Marco destacaba la «buena sintonía» que tienen ambas administraciones, subrayando que este proyecto responde a una «demanda» de la ciudadanía de la capital de la Plana.