Álvaro González llegó al Villarreal CF en el verano de 2016 y en las tres temporadas que lleva de amarillo nunca había vivido un momento tan complicado como el actual. El central cántabro, que fue uno de los mejores en el encuentro del pasado domingo en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (3-2), cree que pese a las últimas derrotas el equipo se encuentra bien y con ganas de ganar al Eibar y dar carpetazo a una temporada nefasta con la consecución de la permanencia.
«El partido llega en el momento clave. Puede ser definitivo y somos conscientes de ello. Estamos en el mejor momento para rematarlo, la dinámica es positiva a pesar de los dos últimos partidos y ahora lo tenemos en nuestras manos y dependemos de nosotros mismos», señaló.
Esta temporada, el submarino ha pasado de pelear por clasificarse para Europa como campañas atrás a pelear por salvarse, dos situaciones opuestas que en algunos momentos el plantel no ha sabido gestionar, de ahí que Álvaro González explicara ayer que deben equilibrar la balanza «entre el nerviosismo y la tranquilidad», lo que supone «manejar la presión y conseguir que mande la cabeza».
El central del Villarreal destacó al mismo tiempo que el rival es un equipo muy competitivo, con la mentalidad de un técnico, José Luis Mendilibar, que hace «equipos correosos» y que jugará «a tope» y «ante el que debemos demostrar lo que nos jugamos».
Para Álvaro, lo importante es que el Villarreal se centre en lo que tiene que hacer en unas circunstancias idóneas por la dependencia de sí mismos, por afrontar el encuentro en casa y ante su afición, y estar en un buen momento tras haberlo pasado muy mal a lo largo de la temporada. «Yo he estado en dos equipos con los que bajé y esos momentos son durísimos, pero nosotros hemos trabajado para salir de ahí y hacerlo como lo hemos hecho no es fácil», agregó.
«El Eibar es un equipo parecido al Huesca y debemos aprender de lo que no hicimos bien y de lo que no hicimos ante el Huesca», señaló Álvaro, en alusión al empate en el último encuentro disputado en casa y que dejó completamente bloqueados a los jugadores de Javi Calleja.
Por último, el futbolista del cuadro de la Plana Baixa apuntó que el rival de este domingo en el Estadio de la Cerámica, que realmente ya no se juega nada en la competición liguera a estas alturas, «es un equipo que aprieta y muy intenso. Debemos igualar ese trabajo, esa intensidad y a partir de ahí crecer en ataque».
