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¿Nos vamos?

Castro muestra las bellezas de la Serra d'Espadà

Castro muestra las bellezas de la Serra d'Espadà

Alfondeguilla es conocida por su variada oferta de rutas de montaña y a su famosa Volta al Terme de Fondeguilla. En esta ocasión visitaremos su pico más mítico y realizaremos una de las rutas más bonitas de las que podemos hacer en primavera.

Partiremos de la población de Alfondeguilla, y emprenderemos camino hacia el norte siguiendo el trazado del barranco que el río Belcaire ha excavado bajo los peñascos durante milenios. En esta ruta podremos desviarnos hacia el este por el sendero indicado y visitar la Cova de Sant Vicent, una gran cueva conectada con las famosas Coves de Sant Josep de la Vall d'Uixó y posible origen del río subterráneo que la atraviesa, anquea en nuestro caso volveríamos al trazado original del río para llegar a una de las construcciones más destacadas de la serra d'Espadà: L'arquet. Esta construcción es uno de tantos acueductos de origen romano que podemos encontrar en la población, ya que también deberíamos destacar el Pont de l'Aigua (por el que no pasaremos en esta ocasión) y otros tantos más muy cerca del casco urbano.

L'arquet es un acueducto con un solo arco de medio punto que sorprende por su tamaño y que resulta una sorpresa encontrar si no sabemos que está al no disponer de ninguna otra estructura en las cercanías, y es un buen lugar para descansar antes de emprender la subida.

En este punto nos desviaremos de trazado del río hacia la izquierda para dirigirnos hacia el oeste por una corta pero pronunciada subida (un poco escondida, sí) que nos llevará hacia la pista que recorre el barranco desde arriba, y tras la que veremos la primera señal que nos conducirá hacia el castillo. Y nos indicará al oeste. Empieza la magia.

El camino está perfectamente indicado para cualquier persona que quiera adentrarse aunque no es un trazado de suma facilidad en algunos puntos. Durante el primer kilómetro cruzaremos algunas fincas de frutales hasta que la senda llegará a un mirador en el que podemos admirar los peñascos que quedar a nuestra derecha desde el mirador y seguir adelante por la senda que el rodeno pinta de rojo frente a nosotros. En este punto, tras pasar el mirador, entraremos en una selva de imponentes alcornoques que nos sombrearán el camino y convertirán cada rincón en un buen lugar para descansar hasta llegar al bosquet. Es precisamente aquí donde la primavera alcanza su máximo exponente de verdes. Es una ruta perfecta para observar los intensos verdes que la umbría intensifica en primavera.

La senda rodeada de alcornoques y helechos se nos hace blanda, cómoda y amable hasta que llegamos hacia el último collado. Esta última y prolongada subida se nos indica con un poste de rodeno, como los que nos han venido indicando durante toda la travesía. Tras este poste la subida se intensifica aunque las vistas del Parc Natural de la Serra d'Espadà nos animan a seguir hasta la que promete ser una cima de las que no se olvidan. Hacia la mitad de la subida encontramos un poste igual que los otros que enseña el desvío del camino hacia la Nevera de Castro o hacia el castillo. Hoy seguiremos hacia el castillo que ya se antoja cercano.

Las vistas desde esta cima son unas impresionantes instantáneas de todo el parque natural y de toda la provincia. Encontramos las ruinas de una antigua fortificación musulmana a casi 800 metros de altura. No es de extrañar que una fortificación se establezca en este punto, atendiendo a la buena visibilidad de todos los puntos cardinales. El castillo sufriría los últimos ataques tras los bombardeos de la Guerra Civil, por lo que no encontramos una estructura definida, aunque en ruinas. Podremos distinguir el antiguo aljibe que proveía de agua a la fortaleza, o la estructura de la torre.

En este camino hemos observado una flora típica de este paraje natural. Entendemos por qué se trata de un parque natural singular con la cantidad de alcornoques que encontramos a nuestro paso, muchos de ellos centenarios. Ya no podemos ver la destacada figura que dibujaba la llamada «Surera Mare», cuyo tronco sigue siendo visitado aunque se encuentre tumbado en el suelo. La gran cantidad de helechos que nos rodean en algunas zonas, nos indican la humedad de la que se enriquece la tierra en estos puntos, en los que podremos encontrar diversos manantiales, como son La Font de la Penyeta o la Font del Frare.

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