El Castellón visita al Conquense fuera de los puestos de descenso. El Conquense, tras dos derrotas consecutivas, está en la cola de la tabla. Así que tiene mucho más que perder la escuadra de Cuenca que el conjunto de la capital de la Plana. Pero los castellonenses son conscientes de que ganando habrán dado un paso prácticamente definitivo en pos de la salvación. Es más, dependiendo de otros resultados de equipos implicados en la lucha por abajo, incluso se podría lograr la permanencia, independientemente de lo que sucede en la última jornada.
Vaya por delante que el Castellón sólo ha ganado un partido lejos de Castalia (en Lleida), que los albinegros nunca vencieron en La Fuensanta (dos derrotas y un empate) y que con el árbitro que impartirá justicia en la capital conquense ningún equipo ha ganado como visitante en el presente curso liguero. Todo son estadísticas, que unas veces sólo sirven de referencia y otras una tendencia que siempre o casi siempre se cumple.
El Conquense de César Láinez tiene a su favor el campo y la afición, que será mucho más numerosa. Pero eso no debe asustar al Castellón. El campo cuenta con pista de atletismo y el calor de la grada no lo es tanto. Están muy alejados del terreno de juego. Se calcula que un millar de aficionados orelluts estarán animando a los muchachos de Óscar Cano desde la grada.
A nivel deportivo, el Castellón afronta esta cita con todos en perfecto estado de revista. Todos disponibles. No habrá sancionados ni lesionados. Regresan tanto Antonio Caballero como Eneko Satrústegui. Quién sabe si el preparador granadino se atreve a repetir el mismo once que el domingo pasado se impuso al Peralada en el estadio Castalia completando una más que digna segunda parte, con remontada incluida. El Conquense, por su parte, también dispone de todos sus efectivos.
