Los toros se convertieron ayer en los grandes protagonistas de las fiestas de Sant Pasqual. Bien es cierto que la 37ª comida del concurso de paella resultó uno de los actos del día más multitudinarios, lo cierto es que las exhibiciones de astados programados tanto por la mañana como por la tarde fueron los grandes alicientes, no solo para los vila-realenses sino también para los aficionados a estos espectáculos de la provincia de Castelló.

La programación taurina comenzó con el siempre llamativo encierro de toros bravos, a cargo de las ganadería Marqués de Albaserrada (encaste Pedrajas), Cebada Gago (Cebada Gago-Núñez), Jara del Rematar (Jijona), Justo Barba (Veragua), Sánchez Urbina (Aldeanueva) y Soto de la Fuente (Juan Pedro Domecq).

La expectación fue mayúscula. Prueba de ello es que el recinto presentó un lleno absoluto, con aficionados que disfrutaron de lo lindo. El encierro se desarrolló sin incidentes. Solo hubo que lamentar tres heridos leves, pero ninguno de ellos por asta de toro.

A continuación tuvo lugar el esperado encierro de toros de corro, con tres carretas, de la ganadería de Germán Vidal.

«Bou per la vila» y el «bou embolat»

Ya por la tarde, y después de coger fuerzas con el citado concurso de paellas, fue el momento del bou per la vila. En esta ocasión, los protagonistas fueron los toros números 19, 8, 15 y 56, guarismos 4, 4, 5 y 5 de las ganaderías Soto de la Fuente, Jara del Retamar, Sánchez Urbina y Justo Barba.

El bou per la vila se prolongó hasta bien entrada la tarde. Como en la mañana, la abundante presencia de vila-realenses y visitantes fue la tónica dominante.

También hubo un éxito de público con el bou embolat, esto es, dos de los astados de la tarde y emboladas en la calle Josep Ramón Batalla en el cruce con Raval del Carme.

En definitiva, los aficionados (que son muchos en la provincia de Castelló) a las exhibiciones taurinas tuvieron variedad suficiente para escoger, lo que en realidad ocurrió con el resto de la programación del día.

En el primer sábado fuerte de las fiestas en honor a Sant Pasqual, hubo actos para todos los gustos y para todas las edades; mayores y jóvenes.

Así, para los amantes al deporte hubo torneo de pádel, natación y campeonato de bolos. Para los que optaron por la música el día ofreció numerosas alternativas, especialmente cuando con el ocaso. Tardeo musical, la actuación de Jarana y, sobre todo, el concierto de Blasco Cantó fueron algunas de las propuestas. El cierre, como en realidad se repetirá a lo largo de las fiestas, se produjo en el reciente de la marxa con el Vila-real DJ Festival.

Hoy, la jornada servirá para recuperar fuerzas de cara a la semana próxima. Eso sí, el divertimento estará asegurado con la cabalgata de fiestas.