El australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) volvió a levantar, dos años después, los brazos en señal de victoria en el Giro de Italia, tras imponerse ayer al esprint en la octava etapa de la carrera rosa, una jornada de 239 kilómetros de recorrido entre las localidades de Tortoreto Lido y Pesaro

Una imponente kilometrada que hacía presagiar desde el principio un desenlace al esprint, ante el carácter eminentemente plano de un trazado tan sólo salpimentado por algún que otra subida de cuarta categoría en los últimos cien kilómetros.

Pero si los equipos de los velocistas esperaban un plácido final de etapa para preparar la "volata" en la calles de Pesaro, se equivocaban. Un acelerón, en este caso del belga Louis Vervaeke (Sunweb), en la subida al Gabicce Monte, dotó a los kilómetros finales de la pimienta necesaria. El resultado no varió las primeras plaza de la clasificación general que seguirá liderada por el italiano Valerio Conti (UAE Team Emirates).