El capitán del Villarreal, Bruno Soriano, cumplió ayer dos años sin jugar por lesión sin la certeza de poder volver a hacerlo, ya que, a pesar de tener un año más de contrato, no ha dado muestras en los últimos meses de encontrarse cerca de su recuperación.

El futbolista jugó su último partido el 21 de mayo de 2017 en la jornada final de la Liga 2016-2017, en la que el Villarreal ganó al Valencia en Mestalla (1-3) con Bruno sobre el césped durante los noventa minutos, lo que certificó la presencia de su equipo en competiciones europeas para la siguiente campaña.

Actualmente, el futuro de Bruno se mantiene como una incógnita, tras una etapa larga con problemas físicos a partir de una operación en julio de aquel año de una «extirpación de osteofito en tuberosidad anterior tibial de su pierna izquierda», que en un principio debía apartarlo un mínimo de tres meses. Sin embargo, los problemas se mantienen y sigue sin entrenar con normalidad.