Ignasi Garcia accedió en 2016 por primera a la corporación municipal de Castelló en sustitución del que había sido el cabeza de cartel de Compromís, Enric Nomdedéu. Su posible candidatura a la alcaldía ya estaba entonces encima de la mesa animado por una parte del partido. En verano de 2017 tomó la decisión y un año después informó a sus compañeros en el ayuntamiento. Finalmente fue el único aspirante que se presentó a las primarias de Compromís para liderar la lista a la alcaldía.
Ignasi Garcia aspira a partir del 26M a liderar a una reedición del Pacte del Grau. Se proyecta como la alternativa que garantiza una alianza progresista. Levante de Castelló le acompañó una mañana de la campaña electoral. Nos recibe en su vivienda, donde reside junto a su pareja, a las ocho de la mañana.
Garcia es hijo de la actual democracia. Nació el 8 de septiembre de 1978 en Castelló, a menos de un año de celebrarse las primeras elecciones municipales. A su padre, José Manuel, lo define como «el más feliz» de la familia, a su madre, María José, como «la más agradable» y a su hermana, Beatriz, como la «más inteligente». Destaca que compartió instituto (Penyagolosa) con la popular Begoña Carrrasco. «Le digo que nos adoctrinaron los mismos profesores», afirma con sorna. Se licenció en Humanidades en la Universitat Jaume I y se sacó una oposición de auxiliar administrativo de la Conselleria de Sanidad. Es un amante de su ciudad. Sus estancias fuera de Castelló no han superado los 15 días. «Se explica porque en verano he estado en la Marjaleria, he estudiado en la UJI y no he hecho viajes más largos de dos semanas«, subraya. Y «aquí estoy a gusto», remata.
Es miembro de la conocida colla Bascollà, uno de los colectivos impulsores de los conciertos en la calle en las fiestas de la Magdalena y que trajo por primera vez a la Kinky Band. Recuerda que la colla ganó el mismo décimo del que fue agraciado el expresidente de la diputación, Carlos Fabra.
Sus inquietudes políticas comenzaron en el instituto, donde formó parte de una asociación solidaria con el tercer mundo. En la UJI perteneció a la asamblea de estudiantes nacionalistas y coincidió con el senador, Carles Mulet, con quien también integró la plataforma de «Salvem el Desert».
En 2010 empezó a colaborar en Compromís y en 2011 se estrenó en la candidatura local en puestos de no salida. Llegó a través del Bloc, aunque subraya que lo hizo porque estaba en Compromís. En 2015 fue el quinto de la lista valencianista. Se quedó a las puertas e inició el mandato de asesor en el consistorio, pero con la marcha de Nomdedéu ascendió a la concejalía de Transparència y Normalització Lingüística. A primeros de este año reemplazó en la vicealcaldía a Ali Brancal, que fue forzada por el pleno a dejar el cargo por el conocido caso de los sobres.
A pesar de su corta carrera política muestra aplomo y seguridad en sus respuestas. Admite que el día que más nervioso se sintió fue cuando se estrenó de edil y vio «la cantidad de fotógrafos que había». «Después te acostumbras y te relajas», añade Garcia, que asevera que también padeció el día del debate electoral en la UJI.
Es amante de la literatura fantástica y es seguidor de Juego de Tronos. De esta obra, convertida en una aclamada serie, destaca el personaje de John Snow «porque es un bastardo que tiene un gran sentido del honor». Es, además, un apasionado de la música rock. «Los Rolling Stones son los que mandan», afirma. Ahora se está leyendo El cuento de la criada.
En un día habitual fuera de campaña, Garcia se levanta a las siete de la mañana y lo primero que hace es leer la prensa digital. Desayuna fuera de casa. Explica que cada partido acude a un bar diferente del entorno de la plaza de la Pescadería.
Entre sus aficiones tiene preferencia por quedar con sus amigos o por pasear en la playa del Serradal. «Antes tenía más rutinas; con la política tengo muy poco tiempo», remarca.
El candidato lleva en la campaña un ritmo frenético. A la media hora de encontrarnos con él en su casa se dirige a Apunt para ser entrevistado. Allí le espera su asesor Enric Sendra. En la radio televisión valenciana habla de la necesidad de seguir potenciando la transparencia de las políticas municipales. «La gente no sabe lo que cuesta una concesión de la basura» subraya. Para ello, explica que hay informar desde tres niveles: «un primero divulgativo, un segundo de forma más trabajado, y un tercero para los que quieran hacer un proyecto de investigación». Seguidamente acude al ayuntamiento a firmar un documento como vicealcalde, y al término de este trámite se desplaza a pie a otro encuentro en CC OO.
Luego se dirige con su coche particular a las fiestas de Vila-real y al poco tiempo regresa a Castelló, donde finaliza la jornada con nuevas reuniones con el colegio de arquitectos de Castelló y con la presidenta de la Junta de Festes y preparando un debate electoral.
Más Compromís
De cara a una posible repetición del Pacte del Grau, considera que «hay que potenciar los espacios de diálogo entre los partidos». Afirma la importancia de que «la relación entre las cabezas visibles sea buena». Asimismo, apuesta por reforzar la marca de Compromís frente a las familias políticas. «Compromís tiene ese punto de frescura», concluye.
