Doce de los veinticuatro futbolistas de la plantilla del Villarreal B nunca ha disputado una fase de ascenso a Segunda División. Casi se puede considerar como normal porque se trata de una plantilla muy joven y, en varios casos, de jugadores que esta campaña se han estrenado en Segunda B. De la otra mitad, solo hay un futbolista que acumula dos play-offs de ascenso a división de plata: el defensa central barcelonés Roger Riera. Y repetirán once jugadores respecto al intento fallido de hace justo un año, a los que habría que sumar al técnico Miguel Álvarez.
Los que nunca han vivido una situación como esta de jugar una fase de ascenso están Carlos Blanco, José Castaño, Iván Martín, Andrei Ratiu, Dani Villanueva, Mukwelle Akale, Fran Álvarez, Edu Adell, Nikola Vujnovic, Adrián Riera, Sergio Lozano y Migue Leal. Y desde el lunes pasado se están preparando tanto a nivel físico como psicológico ya que estas eliminatorias a doble partido requieren de mucha concentración.
Roger Riera, un central de lujo que cumple su segunda temporada en el Villarreal B, es el único que ha jugado dos play-offs. El primero fue la temporada 2016-17 con el Celta B (fallido) y el segundo la pasada campaña 2017-18 con el filial amarillo, que tampoco llegó a buen puerto porque en la final el Elche dejó sin ascenso al conjunto de la Plana Baixa. Además, jugó uno, pero no con el Villarreal, el mediocentro ghanés Emmanuel Lomotey, que lo hizo con el Extremadura la temporada pasada (con ascenso a Segunda).
También suman dos, pero diferentes, tanto el portero de Manacor, Joan Femenías, como el delantero pacense Rubén Mesa. El primero de ellos disputó una promoción para no descender con el Constància la temporada 2012-13, y el segundo también peleó por no bajar a Tercera División con el Atlético de Madrid B en el curso liguero 2013-14. Eso sí, jugaron por subir el año pasado vestidos ya de amarillo.
Cuarto intento para el técnico
Para el técnico Miguel Álvarez este será el cuarto play-off de ascenso a Segunda División. De los tres anteriores únicamente le sonrió la suerte en el primero de ellos, el de la temporada 2001-02, en la que consiguió ascender al Terrassa a la división de plata del fútbol español. Een los otros dos el preparador andaluz se quedó por el camino. La campaña 2012-13 jugó uno con L'Hospitalet, pero se quedó con la miel en los labios. Y qué decir de lo vivido la temporada pasada con el Villarreal B. Eliminó al Bilbao Athletic, después al Fuenlabrada y en la final contra el Elche la suerte sonrió a la escuadra ilicitana. Ahora llega el momento de su cuarto play-off de ascenso.
