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Cómo digerir el éxito y el fracaso en la política

El experto en política Edgar Bresó destaca la importancia de saber gestionar los resultados de los comicios en aras de la buena convivencia entre partidos

Cómo digerir el éxito y el fracaso en la política

Si en algún ámbito se puede aplicar la disyuntiva de ganadores o perdedores ese es el de la política, por mucho que les pese a sus protagonistas, tan dados a hacer benévolas lecturas, aún con resultados claramente negativos. De las elecciones municipales del pasado 26 de mayo se puede decir que, en la ciudad de Castelló, la ganadora sería la socialista Amparo Marco (que ha pasado de siete a diez concejales) y que los perdedores han sido la candidata del Partido Popular, Begoña Carrasco (ha perdido un concejal y se ha quedado con siete), el candidato de Compromís, Ignaci Garcia (quien también ha perdido uno de los cuatro concejales que tenía) y el candidato de Podem-CseM-EUPV, Fernando Navarro (que ha perdido dos de los cuatro concejales). Ahora bien, tan difícil puede resultar sobreponerse al fracaso como al éxito. El profesor del área de Psicología Social de la Universitat Jaume I, doctor en Psicología y máster en Análisis Político, Edgar Bresó nos da las claves.

Saber ganar. El experto señala que

Bresó apostilla que en la política, «todos son necesarios», gobierno y oposición, y añade que «si no somos capaces ser conciliadores y, además de demostrar nuestro éxito, reconocer también la necesidad del oponente, nos puede costar caro. El PSOE, obviamente ha ganado las elecciones, pero tiene que medir bien hasta dónde llega el poder porque puede haber problemas serios de convivencia».

Ante el fracaso.

El entorno. El experto también analiza el entorno de los candidatos y su influencia en la toma de decisiones. «Desde mi experiencia y por lo que he hablado con candidatos de estas elecciones, y de diferentes opciones políticas, es que la percepción que tenían era moldeada mucho por el entorno. Las proyecciones que hacen sobre los votos, incluso de votos de los demás y comparaciones, se ven muy contaminados por ese entorno. Esto puede ser perjudicial porque, al final, ese entorno que tú te generas tan positivo, es bueno para tu bienestar, pero también, en cierto modo, es malo porque te está dando una confianza excesiva en tus posibilidades, y eso te puede dar problemas después para aceptar las derrotas», explica. «Es difícil que podamos gestionar bien una derrota o una victoria, si no hemos tomado conciencia de lo que va pasar», añade.

La personalidad. En cuanto a la personalidad de los político y las políticas, Bresó señala que este es uno de los aspectos que ha cambiado, y mucho, desde el 15M. «Antes, las personas que eran candidatos o candidatas en los diferentes partidos eran personas que solían mantener un estilo muy propio, personas muy ambiciosas, tenía una gran capacidad de persuasión pero, con la emergencia de lo que se podría decir la nueva política, es cierto que se ha aumentado mucho la representación política, es decir, las personas, cada vez, nos vemos más representadas en personalidad y maneras de ser con las personas que están ejerciendo cargos en la política», explica el analista político.

Para Bresó, «ya no hace falta ser un gran orador, no hace falta ser una persona con unos rasgos tan características como antes. Todavía los hay pero, hoy en día, se podría hablar de diferentes grupos o líderes políticos, algunos más persuasivos, unos centrados en el éxito, y otros centrados más en la cercanía, concluye el profesor.

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