El pleno del Ayuntamiento de Vila-real celebró ayer la última sesión ordinaria del mandato, centrado en cuestiones de gestión urbanística. En concreto, se aprobó un programa de actuación promovido por un particular en el camino Ermita y la modificación de normas urbanísticas necesaria para facilitar el desarrollo de parte de la zona del Madrigal que no está incluida en el PAI.

«Esta zona presenta disfunciones y supone restricciones a proyectos de desarrollo futuro; las modificaciones que aprobamos hoy permitirán resolver la problemática actual y hacer más dinámica la oferta y la demanda en esa zona de masets», explicó el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol.

Con este objetivo, se reducen las medidas mínimas de fachada en las parcelas de esta zona, que pasan de 15 a 10 metros de ancho y de 20 a 15 metros de longitud, manteniendo la parcela mínima en los 700 metros actuales.

También se modifican cuestiones de actuaciones conjuntas, para permitir la construcción de casas proporcional a la superficie y al ritmo que marcan los propietarios, además de pasar los viales interiores de estas actuaciones conjuntas de públicos a privados, según fuentes del Ayuntamiento de Vila-real.

El alcalde, José Benlloch, felicitó a los técnicos por el trabajo realizado, que ha sido, señala, «muy complicado». «Esta modificación, elaborada por la Oficina de Reindustrialización y de Madrigal, es una pincelada de la apuesta para desarrollar el Madrigal de este equipo de gobierno; habrá más novedades, para avanzar en el desarrollo de esta zona, fuera del programa urbanístico del Madrigal, que puede ofrecer muchas oportunidades de crecimiento para la ciudad», concluyó.

El actual alcalde revalidará el cargo el próximo 15 de junio tras repetir la mayoría absoluta en las elecciones municipales celebradas el pasado domingo. Benlloch ha anunciado que repetirá la alianza actual con Compromís.