Último pleno ordinario del mandato ayer en el Ayuntamiento de Castelló, día de emociones contenidas y de discursos de guante blanco, pendientes todos de los futuros pactos que deben marcar el camino del consistorio para los próximos cuatro años. La renovación de consistorio será notable ya que la mitad de los concejales no repetirá, en algunos casos con cambios absolutamente radicales en sus grupos, como los cuatro ediles de Castelló en Moviment, que no seguirán, o tres de los cuatro de Ciudadanos, de los que solo permanece Vicente Vidal.

Con los resultados del domingo en la mano, 14 de los 27 regidores abandonan el salón de plenos, aunque es más que factible que sean 13 ante la probable renuncia de Justo Vellón, de la candidatura del PP, lo que permitiría al 'grauero' Vicente Guillamón seguir cuatro años más.

No hubo debate, pero sí discursos de balance, en algunos casos, y de despedida emocionada, en otros. También silencio, el del PP, pues ninguno de sus concejales quiso tomar la palabra. Y todos, tras el pleno, pendientes de los movimientos que debe hacer el Partido Socialista, la fuerza más votada en las elecciones del 26 de mayo, aunque, según las fuentes consultadas, no será hasta la próxima semana cuando empiecen los primeros contactos, que en principio priorizarán el diálogo con Compromís y Podem-CseM-EU.

De ayer, la alcaldesa, Amparo Marco, agradeció a los presentes el trabajo desarrollado «desde la distancia ideológica y con más o menos aciertos por parte de todos». Reconoció, eso sí, algún episodio «en el que nos costó respetarnos», pero consideró que «a todos nos ha unido el darle un servicio a la ciudad de Castelló». A los que se van, les dio las gracias por la dedicación, y a los que seguirán en la política pero en otras administraciones, como la emocionada edil popular Salomé Pradas, que se va al Senado, o Cristina Gabarda, de Ciudadanos, a les Corts, les pidió que «lleven por delante la defensa de Castelló».

El más emotivo fue Enric Porcar, edil de Compromís que no repite, quien empezó con unos versos de Estellés y se despidió con un poema propio para compartir sus sentimientos, relato que apenas pudo acabar al quebrársele la voz. Cristina Gabarda aseguró haber trabajado con ahinco en defensa de la ciudad y pidió «respeto y educación» para el nuevo mandato. Xavi del Señor felicitó a los socialistas por su triunfo, pero acompañó su discurso de reivindicación. Aplaudió que el 26M «se cerrasen las puertas a la ultraderecha fascista» y pidió de cara al futuro «que haya más justicia, que no se tire a las familias de sus casas, que respiremos un aire más limpio, que nadie se sienta amenazado por sus ideas y que no haya ni presos políticos ni músicos presos».