Dentro de dos semanas el Ayuntamiento de Castelló celebrará el pleno en el que los 27 nuevos concejales tomarán posesión de su acta y en el que la cabeza de lista del PSPV y actual alcaldesa, Amparo Marco, tomará presumiblemente de nuevo la vara de mando para los próximos cuatro años. Las elecciones del 26 de mayo dejaron un claro triunfo para los socialistas, que aumentan en tres su número de representantes para llegar a los 10 concejales, pero insuficientes para gobernar con mayoría absoluta (hacen falta 14). Esto hace que vuelvan a ser necesarios los pactos, ya sea en forma de gobierno compartido con otras fuerzas o en minoría, pero en este último caso con la obligación de y tener que negociar punto por punto acuerdos con el resto de partidos.
Compromís (con tres concejales) y la confluencia Podem/Castelló en Moviment/EU (dos ediles) ya han dejado claro que su reto es reeditar el Acord del Grau que firmaron con los socialistas en 2015. El PSPV, por su parte, quiere manejar los tiempos, avalado por ser el partido vencedor el 26M. Una semana después, ni siquiera ha querido dar a conocer cuál es su primera opción. No se espera que durante este fin de semana vaya a haber novedades, por lo que todo apunta a que será a partir del lunes cuando las tres formaciones marquen su ruta.
Las miradas están puestas sobre todo en los socialistas, que tienen prevista una ejecutiva local el 3 de junio por la tarde para valorar los resultados municipales y europeos de hace una semana. Será en cualquier caso el punto de arranque para ver por dónde orientan su trayecto y si deciden nombrar ya a quienes tendrán que negociar acuerdos para la investidura de Amparo Marco como alcaldesa de Castelló para los próximos cuatro años.
Desde la agrupación local socialista insisten en que habrá libertad absoluta, por parte de la dirección nacional del partido, para pactar, por lo que se descarta que Castelló esté en un hipotético paquete de acuerdos entre Compromís, PSPV o Ciudadanos en otras instituciones.
Ciudadanos
Marco ha sido estos meses prudentes sobre si su primera opción es reeditar el Acord del Grau o si se abre a otras opciones como la de la formación naranja. Lo cierto es que los resultados de las elecciones municipales le han dado esa opción aritmética ya que sumando a sus 10 ediles los 4 de Ciudadanos tendrían mayoría absoluta para estos cuatro años. Pese a ello, fuentes socialistas consideran casi imposible esa opción, apostando por un acuerdo con Compromís y Podem aunque, eso sí, con un pacto casi al dictado de los socialistas, que serían los que pondrían nombre y apellidos a las concejalías que podrían gestionar sus socios del denominado gobierno de progreso. Sobre la vicealcaldía, tampoco se descarta dejarla vacante.
Compromís, tras la convulsa asamblea y ejecutiva local del jueves, que provocó la renuncia de Ali Brancal, tiene también previsto reunirse el lunes para tomar posiciones. La coalición ya ha eligido al grupo negociador, a quien le ha encargado la tarea de comenzar varias reuniones para tratar de que las políticas de progreso continúen en la ciudad de Castelló. De hecho, Compromís ha acordado que esta ronda de contactos se inicie en los próximos días con Unides Podem-Castelló en Moviment-Esquerra Unida. Las personas que conformarán este equipo negociador son Verònica Ruiz, Joan Antoni Ginés, Pau Sancho y Núria Balaguer.
Confluencia
Por su parte, el local de La Teixidora acogerá el lunes una asamblea de la confluencia que integran Podem, Castelló en Moviment y EU quienes, durante esta semana, han celebrado sus propias asambleas. Según avanzó ayer el cabeza de lista de la formación, Fernando Navarro, será en esta reunión donde se «marcarán las líneas de negociación y los temas programáticos». Además, se espera que se designe a las personas que asumirán las negociaciones, que para la confluencia no tienen otro camino que hablar con Compromís y PSPV para seguir impulsado políticas de progreso en Castelló.
