La araña violinista, perteneciente al género Loxosceles, «lleva décadas conviviendo con los humanos en la península y no es agresiva», han confirmado expertos consultados por Efe sobre las supuestas picaduras por este insecto, el último un hombre en Elche (Alicante), que permaneció diez días hospitalizado.

Conocida por la mancha oscura con forma de violín de su encefalotórax, esta peluda araña de color marrón "habita regiones cálidas repartidas por todo el mundo", y en España lleva décadas en zonas de actividad humana, por lo que no hay motivo de alarma", ha explicado el profesor del Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad de Barcelona (UB) Carlos Ribera.

Si bien «su veneno es lo suficientemente potente para causar heridas necróticas en humanos», la Loxosceles rufescens, original del arco mediterráneo español, «no suele ser agresiva» y por ello «no es común registrar casos», ha destacado.

El efecto de la picadura «depende de si la araña consigue atravesar la piel para inocular su veneno", ha subrayado el investigador, y los síntomas pueden derivarse "de la propia sustancia tóxica o de los parásitos que transmite con el picotazo».

Según el catedrático de la UB y experto en artrópodos Miquel Ángel Arnedo, «en España habita la especie Loxosceles rufescens, mientras que la Loxosceles laeta, con un veneno más potente, es propia de Sudamérica». Ha añadido que en algunos medios «ha habido una confusión entre ambas»-

El coordinador del proyecto Life Invasaqua, en el que también participa la Agencia Efe, Francisco José Oliva, ha señalado que la araña violinista «es un ejemplo más de esas especies exóticas invasoras que, por su gran repercusión social, pueden ser un estandarte de la información sobre los peligros para la salud que varias de estas especies invasoras».