Con la confirmación oficial de su continuidad como técnico del Villarreal por dos temporadas, Javi Calleja prolonga su tercera vida como entrenador amarillo. Porque antes de su regreso al banquillo de la Cerámica, el pasado mes de enero, el técnico amarillo ya había gastado las dos primeras. Calleja prolonga, con su nuevo contrato, una relación con el club castellonense que alcanza las dos décadas. Un tiempo en el que el exfutbolista pasó de sufrir como amarillo sobre el terreno de juego a asegurar la salvación del equipo como preparador, pasando por sus éxitos como entrenador del Juvenil de División de Honor.
«Es el equipo que más me ha marcado tanto a nivel profesional como personal. Uno nace con unos sentimientos, pero me hice de este equipo por todo lo que he vivido. Me ha recompensado a todos los niveles, por eso sufro cuando pierde y me alegra cuando gana», afirmaba Calleja a Levante de Castelló, en un reportaje de enero de 2017, cuando entrenaba al Juvenil amarillo. Y es que los caminos de Calleja y el Villarreal se juntaron en 1999 cuando el de Alcalá de Henares fichó por el CD Onda, filial por aquel entonces del submarino.
Aquella primera vida la gastó sobre el césped y se prolongó hasta 2006. Paquito fue quien se encargó de subirle al primer equipo, donde participó en la consecución del ascenso a Primera División de la temporada 1999-2000. Tras esto, fue una de las piezas clave en el crecimiento exponencial que vivió el equipo en los siguientes cursos. Conquistó dos Copas Intertoto con la entidad, participó en la Copa de la UEFA y alcanzó las semifinales de la Champions League vestido de amarillo.
En verano de 2006 puso fin a su primera vida en el Villarreal con su marcha al Málaga. Ocho años tardaría en protagonizar su segunda vida en el club de la Plana, ahora desde el banquillo. Como él mismo señaló, Fernando Roig siempre le había dejado la puerta abierta para su retorno y él aprovechó esto para volver como técnico.
Su periplo al frente del Juvenil de División de Honor se queda corto calificarlo como exitoso. Calleja se hizo con el título liguero durante tres cursos consecutivos, y además consiguió la única Copa de Campeones que ha cosechado el club, en el año 2015. Éxitos que, unidos a su buen arranque liguero con el Villarreal B, le valieron ser el elegido para sustituir a Fran Escribá al frente del primer equipo en septiembre de 2017.
Con sonrisas acabó el pasado curso, en el que Calleja logró la clasificación para la Europa League al terminar en sexta posición. Pero el gesto se torció en este curso, donde el técnico no fue capaz de manejar la barca como debía y vio como se hundía hasta coquetear con el descenso.
Su despido en diciembre de 2018 puso fin a su segunda vida en el Villarreal. Aunque en esta ocasión sólo tuvo que esperar 49 días para tener la ocasión de vivir una tercera. Desde su regreso al banquillo del submarino a finales de febrero, Calleja ha tenido tiempo de rescatar del descenso a un equipo que tenía la salvación a cinco puntos. Ahora buscará prolongar su nueva vida como amarillo en el próximo curso liguero.
