Un nuevo mercado estival de fichajes da sus primeros pasos y, una temporada más, comienzan las confirmaciones, las negociaciones, los rumores y las especulaciones en los traspasos de futbolistas. Y un verano, el submarino cuenta con algunas perlas en las que se han fijado distintos equipos de toda Europa. Es el caso de nombres como los de Samu Chukwueze, Pablo Fornals o Alfonso Pedraza. Jugadores jóvenes, con una gran proyección, pero que en su paso por el Villarreal han visto revalorizado su precio de mercado.

Si al final se concretase alguno de estos traspasos, serviría para confirmar una tendencia habitual en el Villarreal. El conjunto amarillo se ha especializado en concretar ventas millonarias, después de ser el escaparate perfecto para los jugadores. Sin ir más lejos, el club ya lo hizo la temporada pasada con Bakambu, Rodrigo Hernández y Castillejo.

El franco-congoleño se convirtió en enero del pasado año en la venta más rentable de la historia de la entidad. Arribó Bakambu al Villarreal después de que club pagara unos 7,5 millones al Bursaspor. El Beijing Gouan pagó 40 millones por hacerse con sus servicios, lo que supuso unas ganancias de 32,5 millones.

Con Rodri, que recaló en el Villarreal en edad juvenil, libre tras su paso por el Atlético, el beneficio fue de 20 millones. Ése fue el precio que pagó el Atlético de Madrid por su traspaso el pasado verano. Y en el caso de Samu Castillejo, los ingresos fueron de 17 millones después de que el AC Milan pagara 25 millones por su fichaje.

Una tradición consolidada

Ya se ha convertido en una tradición que el Villarreal sepa rentabilizar al máximo muchos de sus fichajes. El caso más destacado, hasta la venta de Bakambu, era el de Eric Bailly. El marfileño, que llegó procedente del Espanyol en diciembre de 2015, se marchó por en verano de 2016 al Manchester United por 38 millones de euros. Un total de 32,3 millones de beneficio para la entidad.

Otra de las ventas que más ingresos supuso a las arcas de la entidad fue la de un retornado como Santi Cazorla. El asturiano, después de formarse en el Oviedo, fichó por el Villarreal en 2004. Ocho años más tarde ponía rumbo al Málaga de Mauricio Pellegrini por 23 millones, lo que le convertía en uno de los negocios más rentables para la entidad.

Dentro de esta particular lista, hay varios jugadores que han reportado un beneficio de más de 10 millones de euros para el conjunto azulejero. Uno de los más llamativos es el caso de Alexandre Pato. Tras medio año en el club, después de su fichaje en verano de 2016 por 1,7 millones procedente de Corinthians, se marchó al Tanjin Quanjian por 19,5 millones de euros.

También fueron un chollo para el submarino jugadores como Diego Forlán, Gabriel Paulista, Martín Cáceres o Luciano Vietto. Todos ellos supusieron un beneficio superior a los 10 millones de euros para el conjunto amarillo en el momento de su traspaso.