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Patrimonio

Hallan vestigios del antiguo Fortí de Vinaròs

El Fortí fue un baluarte defensivo que se encontraba en esa zona entre el siglo XVII y el XIX

Excavación en el Corral de Batet, en Vinaròs. Rosa Mengual

En Vinaròs se ha descubierto durante las obras de adecuación del Corral de Batet una serie de restos arqueológicos que podrían corresponder al antiguo fortín. Este baluarte defensivo, que se conoce en la ciudad como el Fortí, se encontraba en esa zona entre el siglo XVII y principios del XIX.

El Corral de Batet, también conocido como la Cochera de Batet, es un edificio datado en 1.852 que se encuentra en el paseo marítimo y es de propiedad municipal tras su expropiación.

El arqueólogo David López, encargado de supervisar la obra y estudiar los restos hallados, explicó ayer que estos vestigios arqueológicos se han producido durante los trabajos de nivelación y arreglo de la planta baja del edificio.

López explicó que tras los primeros estudios estos restos se puede afirmar que corresponden al antiguo Fortí. «Lo que hemos encontrado son pavimentos de canto rodado, estructuras de muros de la antigua edificación, que creemos que podrían estar afectadas por otras obras posteriores al Fortí y anteriores al Corral de Batet; es decir, que hay una sucesión de fases y épocas constructivas en este solar», afirmó.

Como es habitual en estos casos también han aparecido restos de material cerámico, cristal, fauna y mucha malacofauna, referida a moluscos de hábitats marinos. López indicó que estos restos serán depositados en el Museo Arqueológico de Castelló.

El arqueólogo adelantó que tal como se vaya excavando el suelo de este edificio se irán encontrando más enseres que esclarecerán la historia del edificio y su evolución.

Este hallazgo arqueológico podría incluso alterar el proyecto inicial de la obra, ya que en la zona donde se han encontrado estos primeros restos arqueológicos estaba previsto instalar el ascensor y las escaleras, según apuntó el concejal de Urbanismo y Territorio, Jan Valls.

Valls explicó que los trabajos que se realizan consisten en el acondicionamiento de la planta baja, de 350 metros cuadrados, y el refuerzo y acabado de toda la estructura, fachada y carpintería. La intención del actual equipo de gobierno es dar un uso público a este edificio.

La primera fase de estas obras asciende a 361.000 euros que corresponden a los remanentes de tesorería del Ayuntamiento del año 2018, explicó el edil. Asimismo, Valls anunció que esta obra continuará con una segunda fase consistente en la adecuación del interior de las dos plantas.

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