A Vicente Montesinos le van las citas clásicas. El presidente y ahora también propietario del Club Deportivo Castellón tiene un particular sentido de la trascendencia. En junio de 2018, en el último entrenamiento de la temporada y sobre el césped de Castalia, se dirigió a la plantilla albinegra, que al día siguiente se jugaba el ascenso, se jugaba huir de Tercera. En su discurso, Montesinos trazó un paralelismo entre la situación del club orellut: contó a los jugadores la historia de Julio César y el Rubicón, e instó al grupo a que fuera valiente para cruzar el río, que llevaba de Tercera a Segunda B. Así fue, y ahora, casi un año después es el propio Montesinos quien cruza su propio Rubicón, asumiendo también los riesgos. Ayer, en una notaría de València, el presidente dio el paso. Capital Albinegre SL, la sociedad que encabeza, pagó algo más de 2,3 millones de euros a Orbit Access, la que lidera José Miguel Garrido, y recuperó la mayoría accionarial en la sociedad anónima deportiva.

Montesinos acudió a la cita junto al director general Jordi Bruixola, que continuará en su cargo. Orbit estuvo representada por Ramón Villaverde, que dejará de ser consejero delegado. Montesinos toma de nuevo las riendas del club con el objetivo de guiar al Castellón en el camino de vuelta al fútbol profesional. Será el presidente del Centenario, en 2022, fecha marcada en rojo en el proyecto de la entidad. La idea pasa por retomar las líneas maestras del plan inicial de Capital Albinegre, con el plus de haber encarrilado la supervivencia en el aspecto financiero, una vez solventada la deuda con Hacienda. Ese pago de deuda heredada a la agencia tributaria es parte de la inversión que ahora ha recuperado Garrido. Los 2,3 millones de pago obedecen a las diferentes ampliaciones realizadas por Orbit.

El presidente comparecerá hoy en rueda de prensa para explicar un proyecto «de ciudad». Son muchos los retos por delante. Uno de los principales frentes que debe abordar es la convulsa relación con la alcaldía. Tras el impás del proceso de compra-venta de acciones, el club debe ponerse manos a la obra. A la parcela deportiva regresa Ángel Dealbert, secretario técnico hasta hace escasos meses, y socio junto a Pablo y Alfonso Hernández de Montesinos, en Capital Albinegre. Las discrepancias en la materia futbolística fueron el desencadenante de la ruptura entre el grupo de Garrido y el de Montesinos. El propósito del club es ahora crecer en representación castellonense en la plantilla, así como incentivar el arraigo orellut en la provincia, sin perder la ambición deportiva. Montesinos y compañía vuelven donde lo habían dejado.