La rectora de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló y presidenta de turno de la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas Valencianas, Eva Alcón, ha solicitado «prudencia» ante la polémica surgida por el nivel de dificultad del examen de Matemáticas en las pruebas de acceso a la universidad (PAU) de este año en la Comunitat Valenciana y ha pedido a los estudiantes y familiares «esperar a que se conozcan los resultados finales de la calificación de la prueba y las posibles reclamaciones».

Alcón, que ha manifestado su comprensión hacia los estudiantes y sus familias por toda la tensión e incertidumbre que generan siempre las PAU, ha señalado no obstante que, según los especialistas, el examen era adecuado al temario de la asignatura, si bien la redacción no respondía a los estándares habituales y pudo implicar un mayor grado de complejidad en la comprensión de las operaciones a realizar.

En este sentido, ha recordado que el año pasado se generó una situación similar con el examen de Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales y, finalmente, el proceso de reclamación evidenció que el examen no había presentado tal nivel de dificultad como se había afirmado en el debate previo a conocerse la calificación del examen.

Según Alcón, sería ideal que las PAU fuesen las mismas a nivel nacional, ya que la elección de plaza sí que se realiza en un distrito único, pero «ello exige un alto nivel de consenso y trabajo conjunto entre todas las Comunidades Autónomas», ha apuntado. A este respecto, ha señalado que ese cambio debería abordarse «con calma y atendiendo a todo el proceso de evaluación y solicitud de plazas universitarias, y no solo teniendo en cuenta una prueba».

Por su parte, el conseller de Educación y Cultura en funciones, Vicent Marzà, pidió ayer a los alumnos que han protestado por el examen de Matemáticas II de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) que tengan «paciencia» y estén «tranquilos», porque hay que esperar a los resultados.

«Desde la conselleria damos por buenas las respuestas que nos está dando el coordinador de las pruebas», afirmó, y añadió que ha sido él quien ha corroborado que las preguntas «forman parte de la materia» y de «lo exigible», y que, incluso, «hace unos años otra prueba pedía lo mismo» y que en otros territorios «han hecho una pregunta parecida».

Marzà hizo estas declaraciones en el acto de presentación de la capitalidad cultural de Altea y Vilafranca, celebrada ayer en el Centre del Carme.

«Comprendo a los estudiantes», aseveró, porque los alumnos están «muy nerviosos» y «es complicado afrontar esas pruebas» y, por ello, aseguró que desde la conselleria están «a su lado para que todo vaya bien».

Asimismo, hizo referencia a un examen de la prueba del año pasado en el que desde Educación también recibieron «quejas» y después los alumnos tuvieron «más buenos resultados de los que se esperaba».

Asimismo, el CSIF ha pedido a la Conselleria de Educación una revisión de los criterios de evaluación que contemple «la especial dificultad» del examen de Matemáticas II en la PAU al considerar que, además de frustrar posibilidades del alumnado, «pone en entredicho» el prestigio del profesorado. El CSIF considera que una prueba excesivamente complicada en la Comunitat Valenciana supone «restar posibilidades» al alumnado valenciano frente al de otras autonomías, e igualmente, al rebajar su nota media «cuestiona» la labor de formación realizada por el personal docente valenciano.