Torreblanca se convirtió ayer en la capital del Ball Plà de las comarcas de la Plana Alta y Plana Baixa con la participación de más de un centenar de integrantes de ocho grupos de danzas de los municipios de la zona.
La Trobada de Ball Plà celebraba esta vez su octava edición desde que se inició en Vila-real en el año 2013 con el objetivo de preservar este baile tradicional. Cada año un municipio de la zona se convierte en anfitrión y este año fue el turno de Torreblanca y su Grup de Danses La Lliura.
No faltaron a la cita, como en cada edición, la Escola de Danses de Almassora, El Cremaller de Benicàssim, el Grup de Danses El Raval de Vila-real, la Agrupació d'Entitats del Ball Perdut de Castelló, el Grup Les Passeres de Betxí, la Escola de Danses Orpesa y el Grup de Ball Plà de Les Coves.
Desde las 19.00 horas, todos ellos llenaron la plaza de la Iglesia de Torreblanca con este tradicional baile y mostraron a los espectadores las peculiaridades que caracterizan a cada una de las danzas locales allí presentes.
La iniciativa tuvo gran éxito entre el público del municipio y finalizó con un momento de hermandad entre los diferentes grupos participantes, compartiendo algunos de ellos una cena.
Cabe recordar que este tipo de baile, uno de los más típicos valencianos, se practica en parejas y existen testimonios de su existencia que se remontan nada menos que al siglo XVII.