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Una vida dedicada a ayudar a los demás

La Penya Setrill acoge una propuesta en la que el joven explica su experiencia junto al presidente de Cruz Roja en Benicarló, José María García Coscollano

Una vida dedicada a ayudar a los demás

La Penya Setrill de Benicarló acogió el viernes la experiencia de primera magnitud del cooperante de Cruz Roja Internacional Óscar Meseguer. Un joven que vive con las maletas siempre a punto para salir en cualquier dirección donde se haya producido una catástrofe natural en la que necesiten cooperantes y muchas manos para restablecer un orden mínimo y sanar todo tipo de heridas, también las anímicas, que situaciones límite como las que ha vivido a lo largo y ancho de todo el mundo suelen ser muchas.

De la mano del presidente de Cruz Roja en Benicarló, José María García Coscollano, el joven explicó la que ha sido la última acción humanitaria en la que ha participado en el 2019: el paso del devastador ciclón Idai en Mozambique.

Meseguer indicó que no solo tiene a punto las maletas, sino que su familia está preparada para que pueda salir hacia cualquier lugar del mundo en un momento dado, así como el tema de tener en regla la vacunación. Meseguer es delegado de emergencias desde el año 2008, fue un terremoto en China, su primera experiencia de contacto con una catástrofe de gran magnitud. «El recuerdo que permanece fue que al llegar era todo muy diferente a como habías pensado antes de llegar, en cuanto a cultura y gente».

Posteriormente llegarían acciones en Haití, Pakistán, Core del norte, Indonesia, Filipinas, Sudán del Sur, Grecia, Bangladesh. Situaciones duras en las que se intenta poner la atención en lo que puede tener el control, y dejar aquello que no puedes controlar. «Al final, lo sea en Benicarló o lejos, en una emergencia, los recursos y capacidades siempre suelen ser limitados, y se trata de ser consciente de esto y extraer los mayores recursos de aquello con lo que cuentas».

En el caso de Mozambique, el paisaje y el escenario con el que se encontró fue el que puede adivinarse, gente sin techo, un territorio devastado, y heridos y muertos, poca agua potable, pero el caso se recrudecería aún más, ya que posteriormente existieron inundaciones y se generó una epidemia de cólera, lo que agravó significativamente la situación.

«Fueron como tres emergencias en una, nos dimos cuenta de que había varias zonas de actuación, una con mucha gente rodeada de agua pero que podía transitar, gente en los tejados esperando ser rescatada, y en cuanto a la epidemia, se detecta cuando hay casos de diarrea, se impulsan campañas de vacunación masivas, y se tienen mucho control de los puntos agua potable para que estén en las mejores condiciones posibles», explicó. En esta emergencia hubo casi 2 millones de personas afectadas.

La ayuda que presta Cruz Roja en estas emergencias tiene un punto de «fortaleza», ya que en muchos lugares donde prestan su ayuda los cooperantes, ya existe un centro de esta ONG, lo que facilita la tarea «vamos también a darles apoyo». Lo importante durante estas acciones es dormir y comer bien, «para poder aportar toda nuestra fuerza y ayuda, al menos se intenta».

Por su parte, García recordó los orígenes de la Cruz Roja internacional así como su implantación den Benicarló, una localidad donde esta ONG goza de una excelente salud y gracias a la cual se realiza un trabajo cotidiano de colaboración y ayuda a la ciudadanía.

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