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Educación

«Una selectividad única para toda España no garantiza la igualdad»

Los rectores: «No está demostrado que sean más difíciles los exámenes en una autonomía que en otra»

Alumnos realizan la prueba de evaluación para el acceso universitario en Castelló. Carme Ripollés

El distrito universitario es uno solo para toda España. Es decir, que un alumno, independientemente de donde haya hecho la selectividad o la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) que en el resto del país se llama Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), puede solicitar plaza en cualquiera de las 50 instituciones públicas de enseñanza superior del país.

Pero, la educación es una competencia transferida a las autonomías y aunque el Ministerio de Educación fija que el 70 % del temario debe ser igual en todo el país, hay 17 Bachilleratos diferentes y, por tanto, otras tantas selectividades. En plena ola de indignación por el examen de Matemáticas II, muchos estudiantes valencianos reclaman la misma PAU en toda España, petición que apoyan PP y Cs.

La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) rechaza de forma tajante la centralización de la selectividad. «Es una barbaridad tremenda y muestra un desconocimiento total del sistema educativo reclamar una prueba única para todo el Estado, pues eso no sería una garantía ni de más igualdad, ni tampoco de más equidad», remarca el secretario ejecutivo de Asuntos Estudiantiles de la CRUE, Julio Contreras, que a su vez es vicerrector de Estudiantes de la Complutense.

Contreras, que insiste en que «no está demostrado que sean más difíciles los exámenes en una autonomía que en otra», considera que abordar una selectividad nacional «es técnicamente complejo en el actual marco de descentralización autonómica y nada hace suponer que fuera más justa». Incluso recuerda que «nunca ha habido una prueba única», ni siquiera antes del traspaso de competencias educativas en los años 90 del pasado siglo. Entonces, detalla, «en cada provincia la selectividad la hacían las universidades junto a la Inspección Educativa y un representante del ministerio, por tanto tampoco era igual en todos los sitios». La vicerrectora de Estudiantes de la Universitat de València (UV), Isabel Vázquez (UV), sostiene que la PAU «sirve para homogeneizar notas, y que no sea la media del Bachillerato la única que se tenga en cuenta», pues no todos los centros evalúan con la misma exigencia. Recalca que «es necesario que haya un examen externo al centro educativo que iguale y ordene al alumnado», y paliar así el efecto de un posible hinchado de notas.

El vicerrector de Estudiantes de la Universitat Politècnica de València, José Luis Cueto, reclama «una reflexión integral del modelo pedagógico». No entiende que el objetivo del segundo curso de Bachillerato «sea exclusivamente aprobar la PAU, cuando debería dedicarse a orientar al alumnado hacia los estudios que quiere hacer». «Es una barbaridad que haya títulos universitarios con una lista de espera de 2.000 personas, eso es un síntoma de que algo falla en la orientación del alumnado», dice en referencia al Grado de Medicina.

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