Betxí ha finalizado la instalación de la Cruz del Calvario en el cementerio. El elemento fue retirado el pasado mes de febrero porque, como indicaron en su día desde el consistorio, estaba deteriorada por el paso del tiempo y sufría peligro de derrumbe. Este deterioro lo constató un informe realizado por el departamento de Cultura el cual aconsejaba la retirada de la cruz por su estado de ruina y una alta probabilidad de rotura.

Durante los últimos meses se ha llevado a cabo el proceso de limpieza y de recuperación de la estructura en el interior la piedra dañada por las constantes filtraciones de agua y se ha procedido al cambio y saneamiento de la columna metálica y a la consiguiente unión de los diversos fragmentos que conformaba el símbolo religioso. En los últimos días se ha adecuado el lugar donde finamente se ha ubicado la cruz, en la fachada principal del mausoleo de los párrocos locales en el centro del Cementerio Municipal de Betxí.

Según ha destacado el alcalde en funciones, Alfred Remolar, "hemos recuperado el monumento y lo hemos ubicado en un lugar donde ya no hay peligro para las personas y además se ha situado en un punto estratégico donde todo el mundo puede presenciarlo". El acalde en funciones ha agradecido a la parroquia y en especial a su rector José Luis Valdés "la total predisposición y diálogo desde el primer minuto para hacer posible la restauración de la cruz".

Cabe recordar que el monolito estaba situado en la puerta del Calvario de Betxí, en medio de la vía pública y que a diario numerosas personas se colocaban a su alrededor para tomar el sol. Además, la localización de un parque infantil a escasos metros y el constante paso de los menores aconsejaron "de forma urgente" el traslado de la cruz, debido al lamentable estado de conservación y evidente peligro de caída.