El 7 de mayo de 2017 el Catí disputó su último partido oficial antes de dejar de competir. Ganó en el emblemático campo del Vinaroz (3-4) y desde aquel día esta localidad de l'Alt Maestrat se quedó sin fútbol y sin el trofeo más veterano de la provincia de Castelló, el Trofeo Verge de l'Avellà que en agosto de 2017 se interrumpió por primera vez tras disputarse la XLII edición. Este verano regresará este trofeo y la temporada 2019-20 el balón también volverá a rodar en el campo Santa Ana.
El Catí no dejó de competir por problemas económicos. Lo hizo por falta de jugadores. Pero desde hace varios meses un grupo de aficionados locales, entre los que se encuentra el alma máter Vicente García, trabajan denodadamente para que el corazón el club local, verdiblanco, vuelva a tener pulso. Y lo tendrá. Mañana hay prevista una reunión en la Casa de la Cultura (22.00 horas) para seguir adelante. Para sentar las bases del nuevo Catí que tendrá que empezar de cero, desde el grupo I de Segunda Regional.
El primer paso es que salga un buen equipo de trabajo, una directiva que lleve las riendas del club. A partir de ahí parece ser que muchos jugadores locales quieren volver a tirar del carro de un equipo que durante muchas temporadas, y de ello no hace tanto tiempo, estuvo jugando en Regional Preferente. Hay jugadores. Hay interés. El fútbol provincial recupera a un modesto, pero gran club como es el Catí. Y es que a veces es necesario dar un paso atrás para coger impulso y así poder seguir caminando hacia adelante.
