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Educación

Los alumnos del CEIP Jaume I cambiarán de compañeros cada 2 años para mejorar la convivencia

La medida, que ya ha sido comunicada a las familias, se aplicará en los tres ciclos de Primaria

Actividad de fomento de la lectura en el CEIP Jaume I de Castelló. levante-emv

El CEIP Jaume I de Castelló ha puesto en conocimiento de las familias que, a partir del curso que viene, se procederá a redistribuir al alumnado de Primaria con el objetivo de mejorar la convivencia en las aulas, además de otros beneficios pedagógicos. Tal como se explica en la circular del equipo docente del centro, los alumnos y las alumnas cambiarán de compañeros cada dos años, es decir, las clases se redistribuirán al inicio de cada ciclo de Primaria (1º, 3º y 5º).

En el escrito se expone que, por diferentes motivos, hay clases con diferente número de alumnos, en los que hay gran diferencia de nivel académico, también hay diferente número de alumnos con dificultades de aprendizaje o necesidades educativas especiales y, también, problemas de convivencia o relación entre ellos.

«Pensamos que es importante que todo el alumnado del CEIP Jaume I de una misma edad tendría que convivir en algún momento del periodo escolar con todos sus compañeros y compañeras de curso. No tratamos de romper amistades sino, todo lo contrario, buscamos crear nuevas relaciones personales», apuntan.

A ello se suman toda una relación de razones pedagógicas. La primera, favorecer las relaciones interpersonales y la interacción social ya que se ampliará la red de amistades. Es más, los niños y niñas que, por algún motivo, van quedándose aislados «tendrán una nueva oportunidad». Otra razón pedagógica será compensar las diferencias de las aulas de un mismo curso de manera que se pueda implantar la inclusión de una manera más justa.

Otras cuestiones son: cambiar los roles de muchos niños que tienen asignados en un grupo (algunos son positivos pero otros no); evitar problemas entre clases ya que cuando se reagrupan se rompen rivalidades entre grupos, en el patio y en actividades competitivas; desarrollar la competencia emocional de permite adaptarse a los cambios sociales; y evitar relaciones negativas entre algunos miembros de un mismo grupo, y que pueden acabar siendo casos de acoso escolar.

Desde el centro apunta que esta fórmula ya se está aplicando con éxito en otras escuelas y que «no sería honesto como profesionales, no intentar solucionar las dificultades planteadas e intentar mejorar la calidad educativa de la escuela». El equipo docente reconoce que la propuesta puede generar «inquietud» pero que han decidido llevarla a cabo «tras la correspondiente valoración y reflexión pedagógica».

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