El concejal del PSPV, Rafael Simó, aseguró que «estamos ante un tiempo de menos guerra de sillones y más pactos que nacen de la diversidad» y añadió que la reedición del Pacte del Grau es «un buen acuerdo para la ciudad de Castelló» y con el que la ciudad «seguirá siendo progresista y gracias a Marco seguirá siendo socialista». El edil añadió que desde el grupo municipal socialista «vamos a anteponer los intereses de la ciudadanía de Castelló por encima de los intereses propios. Por eso queremos llegar a acuerdos. Vamos a esforzarnos a llegar a acuerdos con todos pero, siempre y cuando, quien esté al otro lado de la mesa no quiera hacer un viaje al pasado. Con una oposición constructiva y decencia política, nos encontraremos. Con el antigobierno y el negacionismo por sistema, nos distanciaremos».

Simó también se dirigió a la oposición a quienes les dijo «compañeras y compañeros de corporación, estar aquí no da poder». «Estar aquí da la oportunidad de luchar día y noche para mejorar nuestro pueblo. Decía Eisenhower que la política debería de ser la profesión a tiempo parcial de cada ciudadano. Por eso, este plenario no puede ser una sala insonorizada donde tan solo se escuchan las voces de los 27 regidores elegidos por la ciudadanía. No puede convertirse en un plató de televisión lleno de sobreactuaciones. Ni tampoco puede ser un campo de confrontación bélica». Asimismo, apostilló que «nada de lo que hagamos aquí nos haga pasar vergüenza ni a nuestras familias, ni a nuestros votantes, ni a nuestros vecinos y vecinas».

El socialista recordó que hace cuatro años, en las elecciones de 2015, «nos encontrábamos en un clima político marcado por la confrontación de la vieja política y la nueva política». «Ahora, las elecciones se celebraban en otro plano: la continuación de gobiernos del cambio o retroceder en el tiempo. De la noche electoral del 26 de mayo surgieron varias preguntas, pero una respuesta parecía clara, Amparo Marco seguiría siendo alcaldesa de nuestra ciudad», apostilló.

También recordó al socialista Antonio Lorenzo quien, hace cuatro años, «decía en este mismo atril que el cambio que iniciábamos tenía que ser irreversible. Que teníamos que hacer del ayuntamiento, la casa de todo el mundo. Y ese cambio es hoy un poquito más irreversible gracias al acuerdo progresista que ayer (el viernes para el lector) cerrábamos, cansados pero satisfechos. Ninguna negociación es un camino de rosas. Pero desde el respecto a las diferencias hemos conseguido un buen acuerdo para la ciudad».

Para el concejal socialista «tenemos grandes retos por delante. Queremos una ciudad mejor. Un Castelló más verde, más social y más feminista. Hay que continuar con la transformación de la ciudad situando a las personas en el centro de nuestras políticas y nos comprometemos a dedicar el corazón y el alma, a ser honestos y a rectificar cuando nos equivocamos. A hacer del Castelló de 2023 un lugar mejor del que es ahora en 2019».

Simó también hizo balance y apuntó que en cuatro años «hemos conseguido darle vida a una ciudad anestesiada pero todavía queremos más. «No seré yo quien diga qué es y qué no es nueva política, pero resulta evidente que es tiempo de pactos, de acuerdos y buen talante. Pactos de gobierno y mesas de consenso donde no se sienten perdedores, sino donde se sienten las bases de un mayor bienestar ciudadano. Pactos que tienen que nacer en un clima de confianza multidireccional. Una confianza que no se regala, se siembra. Y si en el subsuelo donde se siembra está lleno de prejuicios y reticencias no florecerá ningún fruto», concluyó el edil.