Con la apuesta en que las playas sigan siendo una prioridad para el equipo de gobierno de Benicarló, el edil Ilde Añó explicó ayer todas las mejoras que se han implementado este año para la temporada estival de la que ya goza la localidad. Los trabajos se han centrado en la renovación de la arena de la playa del Morrongo, donde se han vertido 2200 metros cúbicos procedentes del drenaje del puerto que se llevó a cabo a finales de 2018. En esta misma playa también se han instalado vestuarios, duchas y lavapiés y se han sustituido los focos para luminarias de led. La playa también cuenta con una zona de sombreado y zona de juegos para los niños.
En cuanto a la Caracola, los trabajos se han centrado en la nivelación de la arena y la sustitución de los pilones metálicas por unas de hormigón. En la zona norte, desde Surrac hasta Aiguadoliva, los trabajos de limpieza se han tenido que hacer a mano por la imposibilidad de acceso de las máquinas.
En cuanto a la playa de perros del Barranquet, se ha instalado una fuente a demanda de los mismos usuarios.
Añó remarcó que «las playas son un reclamo turístico de primer orden y las debemos tener en perfectas condiciones ». Además, ha destacado en que «este año ha sido especialmente complicado por los temporales y las lluvias torrenciales de finales de 2018, que afectaron el Morrongo y la Caracola». Esta circunstancia ha ocasionado que «durante todo el año hemos ido haciendo tareas de limpieza y desbroce, ahora, de cara a la temporada fuerte, ya contamos con cuatro operarios dedicados exclusivamente y diariamente el mantenimiento de las playas».
El concejal remarcó que el Ayuntamiento de Benicarló tiene en vigor una ordenanza que regula el horario de instalación de sombrillas y toallas en la playa y que «cumplir esta normativa es imprescindible para facilitar los trabajos de limpieza de las playas». La temporada, en marcha desde el 1 de junio, se alargará hasta el 6 de octubre.
