«Sabía que nos encontrarían y nos sacarían de la cueva». La espeleóloga de Vinaròs Jessica Sales Simó, de 39 años y perteneciente a la Unió Excursionista de Catalunya en Tortosa, descansa en casa tras el largo rescate vivido en la cueva de Cueto-Coventosa -en el municipio cántabro de Arredondo-, donde quedó atrapada junto a otras dos expertas montañeras de Barcelona. Fue este lunes cuando, tras permanecer 48 horas en la cavidad, los agentes del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil dieron con ellas.

«Si no tienes experiencia, no te metes en un lugar de estas características. Yo llevo muchos años formándome y practicando no solo espeleología, sino otras disciplinas como barranquismo. Dentro de la cueva estábamos tres compañeras y fuera contábamos con otras dos personas, quienes tenían orden de dar el aviso si no salíamos transcurrido un tiempo que habíamos calculado», relató ayer la vinarocense en declaraciones al diario Mediterráneo, del grupo EPI.

Recuerda que, aunque habían preparado a conciencia la ruta y contaban con información topográfica, llegó un momento en que no vieron claro el paso. «Llegamos a un punto en el que, no sé si por el cansancio o por qué, no estábamos seguras, no sabíamos si avanzar o no, y la zona era complicada. Volvimos atrás, lo examinamos todo y decidimos no movernos para no equivocarnos y empeorarlo», dice.

Tras revisar la documentación que llevaban consigo, no lograron salir de dudas y entonces tomaron la determinación de dejar escrito en el suelo un nombre (mediante piedras que hallaron) en el último punto por el que sabían que pasarían los equipos de rescate si entraban a por las tres espeleólogas perdidas.

Barritas energéticas y agua: la comida de las espeleólogas

«Teníamos barritas energéticas y era un lugar en el que había agua. Así que sacamos las mantas térmicas que llevábamos, nos tapamos y esperamos a que nos encontraran. Las horas fueron largas, pero mantuvimos la calma. Estábamos seguras de que nos encontrarían y así fue», cuenta la espeleóloga tras el complejo rescate que movilizó a un gran dispositivo policial y de otros montañeros expertos en el terreno.

Cantabria no ha interpuesto a las mujeres perdidas tasa alguna por los medios utilizados en el rescate -ni tampoco lo ha hecho nunca antes-, pese a que la posibilidad existe desde el año 2002 y está estipulada. Desde Protección Civil del Gobierno cántabro indican que el coste depende de cada caso, pero indican que la primera hora de helicóptero de rescate cuesta 1.900 euros.