El Ayuntamiento de Castelló aprobó ayer en un pleno extraordinario convocado de urgencia el nuevo régimen retributivo de la corporación, que contempla un aumento salarial de un 50% en las nóminas de los concejales del equipo de gobierno (PSPV, Compromís y Podem-CSeM-EU) y una subida para los miembros de la oposición, respecto a los salarios de la última legislatura, de acuerdo al incremento del IPC.

En una sesión que apenas duró 15 minutos, sin debate y con solo cuatro intervenciones para explicación de voto, se dio luz verde a la contrapropuesta presentada el pasado viernes por el tripartito a los grupos de la oposición, después de que la primera -que contemplaba la dedicación exclusiva para los portavoces y un incremento salarial de aproximadamente un 40% para el resto de ediles de PP, Ciudadanos y Vox- se retirara del orden del día del pleno ordinario del jueves tras una dura intervención del PP que amenazaba con romper el acuerdo previo con el gobierno.

En base a los nuevos sueldos, la alcaldesa, Amparo Marco, cobrará 78.554,52 euros brutos al año y los concejales del equipo de gobierno, 62.843,61 euros (en 12 pagas). Todos tendrán dedicación exclusiva; a excepción de la socialista Pilar Escuder, que por una dedicación del 75%, percibirá 47.132,71 euros. Los portavoces de la oposición cobrarán 28.806,09 euros brutos al año, con una dedicación del 25%; los portavoces adjuntos, 21.451,43 euros, con una dedicación del 20%; y el resto de los ediles de la oposición, de 14.556,27 euros.

El régimen retributivo salió adelante con 14 de los 15 ediles de gobierno a favor. Todos los del PSPV (10) y Compromís (3), y el del portavoz de Podem-CSeM-EU, Fernando Navarro; mientras que la otra edila de la formación, Mª Jesús Garrido, se abstuvo. Hubo 10 votos en contra (6 del PP, con la ausencia de Vicente Guillamón; 3 de Ciudadanos, sin Vicente Vidal, de baja; y 1 de Vox).

El voto dispar de los ediles de la confluencia responde, según explicó Navarro, «a un acuerdo previo para mostrar nuestras diferencias frente a la subida salarial acordada en el seno del gobierno y en asamblea de la confluencia». Una posición, según Navarro, «pactada con el resto de miembros del gobierno». Además, Navarro y Garrido limitan su salario, en base a su código ético, a tres veces el salario mínimo interprofesional, y el resto del sueldo percibido la donarán.

Intervenciones

En el turno de explicación de voto, el portavoz de Vox, Luciano Ferrer, aseguró que la propuesta es «injusta e insolidaria». Su homólogo de Ciudadanos, Alejandro Marín-Buck, justificó el rechazo de su grupo en que el de ayer fue «un pleno impositivo», asegurando que la subida de sueldos «debería ser una recompensa al trabajo bien hecho» y afeó que «se establezcan reglas del juego diferentes para gobierno y oposición, permitiendo una dedicación a la carta para unos y no para los otros».

Desde el PP, su portavoz adjunto, Sergio Toledo, criticó que las retribuciones «no se ajustan al principio de proporcionalidad al que alude la Federación Española de Municipios y Provincias». E hizo mención a lo ocurrido en el pleno del pasado jueves. «Entramos a debate con la intención de votar a favor con una mera aclaración (que se les desvinculara de la subida de sueldos del equipo de gobierno), pero con el cambio de propuesta no podemos avalar la de hoy», manifestó Toledo.

Por parte del gobierno, defendió los sueldos su portavoz, Rafa Simó. Aseguró que la propuesta aprobada es «coherente» tras llegar a la misma después de que el PP «rompiera el jueves el acuerdo al que se había llegado». «Nos hemos visto obligados a cumplir con nuestra palabra. Se rompió un pacto y ya dijimos que, si esto pasaba, volveríamos al régimen de retribuciones anterior». La propuesta «no es fruto del enfado, ni de un rifirrafe», sino de la «rotura de un acuerdo».