Muchas son las personas que acuden a bañarse a las aguas del río Millars en las zonas indicadas en los días de verano, cuando el calor aprieta y las altas temperaturas invitan a refrescarse. Pero no todos respetan la señalización. Por eso, y para evitar que los jóvenes se introduzcan en las aguas de aquellos puntos en los que corren un grave peligro, durante los meses de calor, Vila-real refuerza la vigilancia policial para impedir que alguien pueda sufrir algún accidente en ellos.

Al mismo tiempo, el ayuntamiento intenta fomentar la playa habilitada en el meandro de la Mare de Déu de Gràcia, acondicionada para darse un chapuzón en la época estival sin riesgos.

Medidas

La concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, afirma: «Aunque nosotros no podemos prohibir que la gente entre en estos enclaves, porque no es nuestra competencia, instamos a la población a que respete los lugares peligrosos y solamente utilice aquellos indicados». En este sentido, detalla las medidas tomadas. «La principal tarea que realizan los agentes es vigilar y evitar que los más jóvenes utilicen estos espacios. En cuanto los visibilizan, les invitan a abandonar el lugar y, en el caso de que sean menores de edad, se les remite a sus padres», puntualiza. Y comenta que «una tarea vital es impedir que los imprudentes suban sus acciones a las redes sociales para que el resto no puedan verlo e intenten imitarlos».

Asimismo, estos sitios tienen señalética, por lo que los infractores podrían ser sancionados con entre 6.001 y 150.000 euros de multa por la ley 13/2010 de la Generalitat, que considera «infracciones graves realizar actos negligentes o contrarios a la protección civil y medio ambiente».

Principal foco

El emplazamiento en el que las autoridades ponen más atención para evitar sustos es el conocido como els Matxos, donde está el azud de la localidad. Allí se sitúa el inicio de la Sèquia Major y las aguas subterráneas pueden absorber a los bañistas. En este punto murió un joven de 19 años en el 2016.

Cerca de allí, entre el puente de la CV-10 y el de la autopista, hay un salto de unos 25 metros de altura de elevada peligrosidad.