El XXXIV Concurso de Ganaderías de les Penyes en Festes alcanzó ayer su ecuador con la participación de José Luis Cuartero, que llegó desde Pradilla de Ebro (Zaragoza) con el ánimo de mantener el nivel que hasta ahora han disfrutado los aficionados y con el reto de superar el listón que colocó el lunes Hermanos Navarré.

Finalmente, con el bochorno habitual de un mes de agosto que hace mucho que no persuade a la afición, su puntuación fue de 124 puntos, con lo que se sitúa, provisionalmente, en el tercer lugar.

Y como no solo de actos taurinos sobreviven las peñas, el de ayer fue otro día en el que la música arrebató buena parte del protagonismo a la parte más hegemónica de la programación. En esta ocasión fue con la música provocadora y potente de un clásico del rock español. Reincidentes lograron llenar hasta la bandera las tascas gastronómicas, que se han convertido en el éxito de asistencia que la directiva de les Penyes esperaba. Buena comida y bebida, junto a la música, una combinación que suele dejar poco margen para las dudas. Este espacio, ubicado junto a la plaza portátil, estaba llamado a ser un punto de encuentro de peñistas y del público que acude a la ciudad estos días, pero busca una oferta de ocio alternativa a la que se puede encontrar en la explanada de las carpas. Vicente Pitarch, presidente, responsable de la organización, está convencido de que, cuando todavía falta la mitad del programa por desarrollar, han alcanzado su objetivo.

Premios

Concursos se realizan varios durante estos días. El lunes por la noche tuvo lugar el de emboladores, en el que participaron las collas Embolaors de la Vall, Els Joves, l'Embolà y Els Amics. Estos últimos fueron los más rápidos, al completar su misión en tan solo 20.28 segundos.

También hubo premio en el pasacalle de disfraces. El de mejor disfraz fue para El Corcó; el de mejor crítica para la peña Pirata, por su parodia de los implantes capilares en Turquía, y el de más marcha se adjudicó a El Jarro.