El Ministerio de Fomentoultima los expedientes para encargar la licitación de dos contratos para la redacción de un estudio de la demanda de tráfico que soportará la autopista AP-7 tras el anuncio de su liberalización a finales de este mismo año.

Desde el departamento que dirige José Luis Ábalos confirmaron que las conclusiones de este documento permitirán al ejecutivo decidir si amplía el número de conexiones con la autopista existentes a lo largo de la provincia, tal y como solicitan tanto la Conselleria de Obras Públicas como distintos agentes económicos y sociales de Castelló.

En concreto, y según explicaron desde Fomento, este documento, titulado Análisis de la demanda de tráfico tras la supresión del peaje en la autopista y la necesidad de actuaciones en la red de carreteras del Estado, deberá arrojar luz sobre la necesidad de crear nuevas entradas a la AP-7 desde Vila-real, Benicàssim y Vinaròs desde la nacional 232, algo que los usuarios dan por sentado debido a que en ocasiones los ciudadanos deben realizar más de 20 kilómetros hasta encontrar el enlace más cercano.

No estarán en cuatro meses

Atendiendo a que por ahora Fomento todavía se encuentra en la fase previa a la licitación del estudio, lo más probable es que la AP-7 sea liberalizada a principios del 2019 sin que la provincia cuente con ninguna de estas conexiones. ¿El motivo? Que una vez recibidas las conclusiones del informe, Fomento todavía tendría que adjudicar las obras, en el caso de obtener el visto bueno para las mismas, y esperar a que la empresa ganadora del concurso las ejecutara. Ante esta tesitura, el director gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat, Manuel Miñes, explicó que los principales perjudicados serán los vecinos de Castelló, cuyo uso de la AP-7 será «del todo ineficiente».

Primer contrato

Lo que sí ha hecho ya Fomento es adjudicar el primer contrato de mantenimiento de la autopista liberada del peaje. En el caso concreto del tramo de Castelló, este tendrá un coste estimado de 36,71 millones, mientras que para el conjunto de la vía ascenderá a 129 millones. Y es que la previsión es que, a partir del próximo 1 de enero, el porcentaje de vehículos pesados que usan esta vía aumente del 9% actual a al menos un 20%, ya que en la actualidad cruzar de norte a sur la provincia sin coste implicar dar un rodeo por el interior (utilizando la CV-10 y la peligrosa CV-13) para después incorporarse a la carretera nacional N-340.

Este es el último verano en el que tanto los vecinos de la provincia como los visitantes pagarán peaje por utilizar la autopista. Los empresarios turísticos también confían que esto sirva para dinamizar el sector, ya que el grueso de los extranjeros que visitan las playas y el interior de Castelló llegan en coche particular desde Francia.