n Villarreal y Granada firmaron tablas en un partido espectacular en el que se marcaron ocho goles y en el que los andaluces fueron capaces de igualar un 4-2 para sumar un punto en su regreso a la Primera División y frustrar el debut groguet.

Había empezado sin complejos el Granada en su regreso a la Primera División. Sin ir más lejos, en su primera posesión llegó hasta el área local y forzó el primer saque de esquina del partido. Y apenas unos instantes después, Puertas, uno de los destacados del cuadro nazarí, obligaba a Andrés Fernández a realizar la primera parada de mérito del partido. Los primeros minutos fueron ajetreados para el meta groguet, que en el 10 volvía a emplearse a fondo para detener un disparo de Vadillo.

Hacía daño el Granada por los costados. Una muestra de la profundidad exhibida en el inicio por los visitantes es que en el primer cuarto de hora ya habían votado cuatro córners.

Le costó casi media hora reaccionar al Villarreal y lo hizo gracias a un penalti aislado sobre Moi Gómez que transformó Cazorla. El gol dio algo de confianza a los de Javi Calleja, pero, cosas del fútbol, un tibio penalti en la última jugada antes del descanso permitió a Fede Vico igualar el partido y hacer justicia.

La ducha despejó al Villarreal. Aumentó el control del partido, antes en manos andaluzas, y en el 53 lo cristalizó con su gol 1.000 en Primera. Una combinación precisa entre Cazorla que abrió a la banda, Quintillà que la puso de primeras y Moi Gómez, que la empaló cruzada daban de nuevo la ventaja al Submarino. Pero la tómbola no había hecho más que empezar. A partir de ahí, la locura.

Volvió a aprovechar las bandas el Granada pasado el cuarto de hora de la segunda parte. Un centro de Díaz, que era medio gol, lo remataron al fondo de la red Darwin Machís y Rubén Peña -él no quería-. Poco duró la igualada.

Tres minutos más tarde volvió a aparecer Moi, que se la puso en bandeja a Gerard Moreno para que el atacante volviera a adelanta a los locales. Tuvo el empate el Granada tres minutos más tarde pero Andrés fue provindencial de nuevo. Perdonó el Granada y castigó rápido el Villarreal a través de Chukwueze. El nigeriano arrancó la moto y definió con calidad por el palo largo para poner un 4-2 que se antojaba definitivo. Pero ni mucho menos. Apareció entonces, sin tiempo a pestañear, un viejo conocido de La Cerámica, Roberto Soldado, para cabecear un saque de esquina a gol. Marca de la casa. El frenesí no había acabado y en otro córner el Granada castigó el paso atrás que dieron los de Calleja con el 4-2 para empatar el partido gracias a otro testarazo, en esta ocasión de Puertas. Quedaban diez minutos y todavía tuvo que intervenir el VAR para anular el quinto gol visitante en el minuto 89.