Una actividad tan cotidiana como la de sacar dinero en efectivo de un cajero automático resulta una verdadera odisea para los habitantes de los municipios del interior de la provincia de Castelló, muchos de los cuales ya no cuentan con este servicio. Algunas localidades nunca lo han tenido, mientras que otras han visto como, en los últimos años, con la reagrupación bancaria y el cierre de oficinas, los bancos optaron por marcharse de los pueblos pequeños atendiendo a cuestiones de rentabilidad.

Esta problemática ha acuñado el término exclusión financiera, un fenómeno que va íntimamente ligado a la despoblación. De ahí que una de las primeras acciones que va a acometer la recién creada Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant) sea la instalación, en dependencias municipales, de cajeros automáticos en cerca de 40 municipios de la provincia que carecen de ellos. Esto comporta que sus vecinos, gente mayor en su gran mayoría, deban, a día de hoy, desplazarse a otros puntos próximos con las dificultades y molestias que esto les pueda ocasionar.

En el conjunto de la Comunitat Valenciana, el número de municipios sin cajero automático es de 248. En concreto, en la última década, la provincia ha pasado de tener 679 a solo 373, lo que supone una reducción del 55 %.

Esta situación responde directamente al ajuste bancario que todavía no ha tocado techo si se tiene en cuenta el anuncio de diferentes entidades de que el cierre de oficinas y el ajuste de personal va a continuar.

Hace un año solo quedaban en la provincia 319 oficinas, según datos del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), la misma cifra que en el 1979. Lejos quedan las 682 que había antes de la crisis económica. Y es que el 64,4 % de los municipios de la provincia ya no tiene ninguna oficina bancaria (87 en números absolutos), con lo que la exclusión financiera afecta a casi 30.000 personas, según refleja el informe Cierre de oficinas bancarias y acceso al efectivo en España, elaborado por Concha Jiménez y Helena Tejero Sala y publicado por el Banco de España en 2018.

Para intentar remediar la problemática, el Consell habilitará en los próximos meses cajeros automáticos en Aín, Alcudia de Veo, Ares de Maestrat, Castellfort, Culla, Eslida, Herbés, Jana, Mata de Morella, Morella, Olocau del Rey, Portell de Morella, Rossell, Serratella, Tírig, Todolella, Vallibona, Vilar de Canes, Algimia de Almonacid, Almedíjar, Arañuel, Argelita, Ayódar, Castellnovo, Caudiel, Chóvar, Cirat, Cortes de Arenoso, Espadilla, Fanzara, Fuentes de Ayódar, Geldo, Ludiente, Matet, Montán, Pina de Montalgrao, Sot de Ferrer, Teresa, Toga, Torás, Toro, Torrechiva, Vall de Almonacid, Villanueva de Viver y Zucaina. La actuación, que se encuentra en fase de licitación, permitirá a 11.993 habitantes del interior tener acceso directo a efectivo.