Gran susto para Mica y su familia. Esta perra de cinco años de edad y de raza labradora resultó herida gravemente tras sufrir una intoxicación por ingesta de marihuana en las inmediaciones del recinto de festivales de Benicàssim el lunes por la tarde. Así lo trasladó directamente su dueña a Mediterráneo en la tarde de ayer, después del tremendo susto que se llevaron ella y su pareja y de pasar una larga noche en el veterinario.

Sus responsables se percataron de que no se encontraba bien al verla inmóvil en el suelo después de haber paseado por esta zona. El animal fue trasladado de urgencia por sus propietarios hasta un hospital veterinario de Castelló, donde fue atendido por los especialistas y quedó ingresado toda la noche.

Tras realizarle las correspondientes pruebas, la veterinaria llegó a la conclusión de que las causas de la dolencia obedecían a una intoxicación por algún tipo de estupefaciente. Preguntó si el animal podría haber ingerido este tipo de sustancias, a lo que la dueña contestó que no. Pero repasando la trayectoria, descubrieron que la habían paseado por una zona donde no suelen llevarla: el camino que va desde la carretera del Desert hacia el recinto de festivales.

Al parecer, el animal podría haber ingerido algún alimento que estuviera elaborado a base de cannabis. La prueba realizada por los veterinarios dio positivo. De momento, le han recomendado reposo y observación unos cuantos días. Ha recuperado movilidad, pero aún necesitará tiempo para estar bien.

Los propietarios lo han puesto en conocimiento de las autoridades mediante un escrito presentado en el Ayuntamiento de Benicàssim, «para que a nadie le toque pasar el mal trago que hemos pasado toda la familia», denuncian.

500 euros de pruebas

Según fuentes consultadas por Mediterráneo, el ingreso y las pruebas básicas para diagnosticar e identificar la patología cuestan 500 euros solo por una noche, cantidad que tuvieron que desembolsar los propietarios de Mica. «Ha sido un gran susto al principio y una incredulidad después, cuando nos han dicho que la prueba de drogas era positiva», señalan.

Es la primera vez que llevaban a pasear a la perra por la zona del festival. «Ella normalmente siempre va suelta, ya que es un animal dócil y obediente y tiene tendencia a comer cosas del suelo, por lo que solemos vigilarla. Pero no podíamos imaginar que pasaría algo así».