Las peñas de Vila-real siguen marcando buena parte del desarrollo de las fiestas que la ciudad celebra en honor a la Mare de Déu de Gràcia y que ya entran en su recta final. Tanto es así que unos 3.000 integrantes de los colectivos festeros tomaron parte anoche en el que es, sin duda, el segundo evento lúdico y gastronómico más multitudinario --el primero es la tradicional Nit de la Xulla-- de las celebraciones que finalizan el próximo domingo.

La Comissió de Penyes logró reunir en el Recinte de la Marxa a un centenar de peñas (la práctica totalidad de las que integran la entidad que preside David García), cuyos componentes dieron buena cuenta del tombet de bou que, durante toda la tarde, cocinó el chef Santi Becerra y su equipo de profesionales.

En torno a 1.100 kilos de carne de toro, 400 de patatas, 200 de zanahorias, 50 de guisantes, 25 de cebolla y 20 de tomate, además de 30 litros de vino blanco, sal y algunas especias, dieron como resultado un excelente tombet de bou. Muchos de los colectivos de peñistas no dudaron en complementar la cena con bandejas de pasteles o cocas caseras para acompañar al café o el cava.